Cristiano Ronaldo sufrió las iras de la afición madridista, que terminó silbándole durante el 'clásico' jugado ante el Barcelona. El silencio sepulcral del Bernabéu
No fue la mejor noche para el astro de Madeira. Cristiano Ronaldo fue el gran perdedor del conjunto madridista, que volvió a sucumbir ante el eterno rival.
La ansiedad con la que afronta Cristiano estos partidos contrasta con la facilidad con la que marca goles ante cualquier rival que no sea el Barça. Ante el conjunto culé desapareció.
Cristiano lució su versión más egoísta de nuevo, olvidando sus últimos meses, en los que ha lucido una imagen más solidaria en el campo. Un disparo precipitado cuando Di María entraba sólo por banda fue el mejor ejemplo.
Del 'run-run' a los silbidos
El estadio madridista provocó un 'run-run' a medida que avanzaban los minutos y el Barça dominaba en el marcador... y ya cuando el partido quedó resuelto, fueron muchos los que silbaron a CR7 cada vez que intervenía en juego.
Lo que parece claro es que Messi volvió a ganarle la partida a su habitual pareja de comparación a la hora de determinar quien es el mejor jugador del mundo. Sin cuajar su mejor encuentro, el argentino creó mayor sensación de peligro, además de poner en bandeja un gol al chileno Alexis Sánchez.