
Cristiano Ronaldo atraviesa un momento complicado. Las muchas críticas recibidas desde que jugó el pasado Clásico le han convertido, por primera vez, en objeto de debate para los aficionados del Real Madrid. Situación anómala para un ganador como él que dispara las dudas sobre su continuidad en el equipo blanco.
No sería la primera vez que se especula con la posibilidad de que CR7 siga siendo la estrella del Santiago Bernabéu. La pasada temporada el luso tuvo sobre la mesa la tentativa del Manchester City, capaz de ofrecer hasta 150 millones de euros para hacerse con los servicios del delantero.
Él se negó pero advirtió: "Hoy me quedo...mañana no lo sé", dijo en un mensaje enigmático que aclaró dejando claro que para él, más allá del dinero, lo importante son los títulos y la gloria.
"Para mí, el dinero no es lo más importante. Si fuera por dinero, podría tener el doble de dinero que tengo en mi cuenta. Mucha gente piensa que el futbolista piensa sólo en el dinero y no es así. Cuando tenía 18 años podía pensarlo, pero ahora no me hace falta gracias a Dios", comentó. Aquello fue interpretado como un ultimátum.
Conclusión: CR7 quiere ganar. Es más. Quiere ganar y sentirse querido. Por ahora, lo segundo mantenía en un plano alejado lo primero. Ahora que recibe las primeras críticas de los suyos, quizá empiece a replantearse que, si ni se siente querido, ni gana títulos, lo mejor sea marcharse de la casa blanca.
Es cierto: todavía queda mucha temporada y el Real Madrid todavía puede ganarlo todo, pero la sensación de media estocada que el Barça dejó por el Bernabéu huele a otra cosa. Huele a que no será tan fácil como parecía. Huele a que los grandes títulos volverán a tener en el conjunto blaugrana un serio candidato, incluso por delante de los madridistas.
A estos ingredientes hay que añadir el factor Mourinho. Factor importante porque la continuidad del luso sigue siendo una incógnita que, aunque más o menos resuelta, sigue encendida. En Inglaterra la especulación sobre qué hará 'The Special One' es constante. Sobre todo porque la eliminación del Manchester United de la Champions coloca un poco más cerca al portugués de ser el sucesor de su amigo Sir Alex Ferguson.
Mou ha prometido a Florentino Pérez que se quedará, pero de no hacerlo, Cristiano Ronaldo tendría otro motivo más para buscar equipo lejos de Madrid, si es que el cuerpo y la ambición así se lo pide. Sólo quedaría un 'problemilla' más por resolver: su galáctica cláusula de 1000 millones de euros.
¿Qué equipo podría ofrecer una cantidad que la compensase? ¿El propio City? ¿El PSG? Dudas y más dudas que circulan por la mente de un futbolista con el orgullo herido por su enésima cornada ante el eterno rival del Real Madrid y, por ahora, su más grande y dramática bestia personal: el FC Barcelona.