Las declaraciones públicas de Gerard Piqué en las que afirmaba que su expulsión en el partido frente al Sporting había sido premeditada han encendido la alarma en el Comité de Árbitros, cuyo presidente, Victoriano Sánchez Arminio, ya ha dejado claro que denunciarán al defensa del Barcelona. Pero la afición culé se hace una pregunta: ¿por qué no actuaron de igual forma tras las palabras de Íker Casillas en Copa?
Al finalizar el partido de cuartos de final en el que se certificó el pase a semis de los azulgranas, el capitán del Real Madrid llegó a espetarle al colegiado de aquel encuentro, Fernando Teixeira Vitienes, ya en el túnel de vestuarios: "¡Vete de fiesta con ellos a celebrarlo, tanta polla y tanta mierda!"
Ahora, estas palabras del portero son utilizadas desde 'Can Barça' para denunciar una disparidad de criterio entre los árbitros. ¿Por qué si la actitud de Casillas no fue sancionada a posteri, si harán lo propio con Gerard Piqué? Ésa es la cuestión que reivindican los sectores más próximos al barcelonismo.
Efectivamente, el capitán blanco, como su compañero en la Selección y rival en el Barça, también puso en duda la honradez del colectivo arbitral y la limpieza de la competición. Pero en la comparación existe un agravante que ha llevado a los colegiados a dar más importancia a la 'rajada' de Piqué: mientras que las insinuaciones de Íker se hicieron 'de puertas para adentro', las declaraciones del central del Barcelona fueron realizadas públicamente a los medios de comunicación. Si la actitud de Casillas no era fácilmente demostrable, salvo por lo que pudieran relatar los testigos, Piqué ha quedado desprotegido por las grabaciones de su 'calentón'.
Ahí radica la indignada reivindicación por parte de Sánchez Arminio, en representación de Velasco Carballo, el principal damnificado de las palabras de Piqué, y del resto del colectivo arbitral. Ahora, el defensa del Barça podría enfrentarse a una sanción por parte del Comité de Competición.
El caso de Mourinho en Europa
Una sanción parecida a la que ya sufrió, precisamente, el Real Madrid el año pasado en la figura de su entrenador, José Mourinho, aunque ésta provino de la UEFA. Tras el final del partido que enfrentó a los blancos con el FC Barcelona en la vuelta de semifinales de la Champions League, el portugués insinuó que el máximo organismo del fútbol europeo favorecía al eterno rival en la competición continental.
Al técnico le fue abierto un expediente que acabó con una sanción de cinco partidos, que sería más tarde rebajada a tres, y 50.000 euros de multa. En el peor de los casos, la de Piqué, si llegase, y ante la falta de precedentes en la Liga, no llegaría siquiera a acercarse a la que la UEFA impuso en su día a 'The Special One'.