José Mourinho se convirtió en protagonista de la previa del partido entre el Real Madrid y el Galatasaray. Sus críticas a Fernando Burgos, periodista de Onda Cero (así fue su respuesta), acapararon los comentarios posteriores a la rueda de prensa. Última parada de unos roces mantenidos a lo largo del tiempo y con un origen conocido: la llamada Iker Casillas a Xavi Hernández tras el Clásico de la Supercopa de 2011.
En aquella ocasión fue Fernando Burgos, amigo personal del portero, el encargado de hacer pública la noticia. Cabe recordar que, en aquel mes de agosto, se alcanzó la máxima tensión de los últimos años en un duelo entre Barça y Real Madrid después de que Mourinho metiera el dedo en el ojo a Tito Vilanova y lo llamara "Pito Vilanova" en sala de prensa.
Todo llegó después de que Marcelo realizase una durísima entrada a Cesc Fàbregas. El brasileño acabó expulsado y el partido, en tangana.
El Real Madrid no se quedó a esperar la entrega del trofeo y mientras, su capitán, se alió con las opiniones de su técnico dejando entrever que el propio Fàbregas había hecho teatro en la entrada del lateral madridista. "Siempre se tiran", afirmó, para sorpresa de algunos ex compañeros, como Fernando Morientes. Las críticas de un sector de la afición arreciaron. Apenas 24 horas después de aquellas palabras, Iker se arrepintió. Pensó que no era lo correcto, primero, porque no era lo que sentía y, segundo, porque no era la verdad.
De ahí que llamara a Xavi para pedirle perdón. Su amistad con el de Terrasa se impuso a las directrices que llegaron desde el banquillo merengue. Burgos fue el primero en dar la noticia. Una exclusiva que pilló por sorpresa a José Mourinho. El técnico se enteró por el periodista de lo acaecido, algo que le molestó, por la llamada en sí misma (entendía que fue una suerte de rendición ante el enemigo) y por que su capitán no le comunicara que había telefoneado al capitán del Barça.
Días después, Casillas se quedó en el banquillo en el trofeo Santiago Bernabéu que, precisamente, el Rea Madrid jugó contra el Galatasaray. Fue el primer 'banquillazo' de castigo del preparador al portero.
Desde entonces, Fernando Burgos se ha convertido en uno de los periodistas más críticos con la actitud de José Mourinho y algunas de sus decisiones. Entre tanto, el técnico se ha cobrado venganza impidiendo que el preparador le pregunte en un buen puñado de ruedas de prensa o a él, o a Aitor Karanka, el sustituto habitual del luso en estas comparecencias.
Mientras, el ambiente se ha ido crispando alrededor de Iker Casillas, al que muchos madridistas afines a Mourinho acusan de ser un filtrador habitual de informaciones íntimas procedentes del vestuario con un único destinatario: el propio Burgos.
El entorno de Mourinho no niega esta versión y, en ocasiones, la impulsan con el objetivo de colocar al preparador como la víctima de una suerte de movimiento contra su persona provocado por roces con ciertos jugadores del equipo blanco.
Cabe recordar que éste no es el único 'pique' que ha tenido Mourinho con algún periodista habitual de la sala de prensa del Bernabéu. A principios de año se encerró con Antón Meana (redactor de Marca), Rui Faría (preparador de porteros del Real Madrid) y Carlos Carvajosa (jefe de prensa del equipo blanco) para reprocharle algunas de sus informaciones relacionadas, precisamente, con Casillas.