
La llegada de Neymar al Barcelona está un poco más cerca de ayer, aunque con sorpresas inesperadas que no se sabe como afectarán al mañana de la operación. Tras una larga reunión mantenida en Brasil entre representantes del club culé, el padre del jugador, y representantes de sus dueños (Neymar es un pastel que se reparten el Santos y dos empresas más), los blaugrana lograron el sí de los dueños de sus derechos, pero se encontraron con la oposición de su padre, que exige mejores condiciones contractuales para su vástago.
Así lo aseguran este viernes los periódicos deportivos de Cataluña que ven con moderado optimismo la evolución del caso, más si cabe después de que ESPN, la cadena de deportes más importante en Latinoamérica, diera por cerrado el pacto por el jugador con el Santos.
Neymar será jugador del Barça (se podría hacer público la semana que viene tras la final del campeonato Paulista que se disputa este domingo), pero lo será a un precio bastante mayor de lo que se esperaba en un primer momento, fruto, probablemente, de la intervención reciente del Real Madrid.
Así las cosas, la presencia del club blanco en Brasil y los posteriores contactos con su vicepresidente en Madrid (donde también se reunión con el Barça) forzaron al presidente Rosell a actuar con celeridad.
Tal y como contó EcoDiario.es, Raúl Sanhelli, director de fútbol del Barça, viajó ayer a Santos para mantener este encuentro acelerado con el fin de acercar posturas entre todas las partes. Junto a él, Andre Cury y Marquinhos Malaquias. El primero es un representante brasileño íntimo del propio Rosell. El segundo, un agente FIFA que está siendo clave en el transcurrir de esta operación.
En el otro lado de la mesa, el padre de Neymar, y miembros del Santos (posee el 55% del jugador), la empresa DIS (posee el 40 % de Neymar) y de pequeños empresarios (que se reparten el otro 5%).
Así las cosas, las conversaciones avanzaron a buen ritmo en lo que se refiere a los dueños de los derechos de Neymar. Que el jugador termine contrato el año que viene facilita el acuerdo. En 2014 Neymar sería libre y, por lo tanto, no recibirían nada por su salida. El precio que recibirían estas partes podría rondar los 30 millones de euros.
El problema, según informa la prensa catalana, llega desde el lado del jugador. El padre del futbolista exige al Barça un desembolso mayor del que ofrece en la actualidad el cuadro culé.
Y es que, en función del contrato civil firmado en 2011, si su hijo llega a la Ciudad Condal este verano, éste recibiría menos dinero del que percibiría en caso de aterrizar libre a Barcelona el próximo año. Ante los contactos con el Real Madrid y la certeza de que el Mundial y la Copa Confederaciones aumentarán su cache, el padre, exige más dinero para su chaval y mejores condiciones contractuales.
El Barça tenía meditado gastarse un máximo de 40 millones en la operación, pero empieza a asumir que el precio se disparará hasta los 60-70 millones. Todo con tal de que el futbolista no acaba lejos del Camp Nou y que, sobre todo, lo haga en el Paseo de la Castellana de Madrid.