El Real Madrid empieza a tener un problema. Un problema con nombre y apellidos: Karim Benzema. En los dos primeros partidos de pretemporada del Real Madrid, el ariete se ha mostrado desdibujado, perdido y apenas participativo.
Asunto preocupante en el Paseo de la Castellana porque, tras la salida de Higuaín, él, Benzema, se queda en la plantilla como el principal y único delantero de referencia para el Real Madrid. O al menos eso es lo que dice la teoría. Porque en Lyon la práctica puso a otro candidato sobre la mesa: Álvaro Morata.
El canterano merengue salió en el minuto 15 de la segunda parte en sustitución de Cristiano Ronaldo. Con Benzema en el banquillo desde el descanso, el portugués trató de hacer de nueve y también falló en el intento. Lo suyo es partir desde el extremo. Lo de ser ariete de referencia aún le cuesta.
De ahí que Ancelotti optara por su tercera alternativa y diera entrada a Morata en punta. Y acertó. El chaval jugó de nueve y lo hizo mejor que sus dos antecesores en el partido, especialmente mejor que Benzmea. Controló todas las suertes del partido que se le suponen a un delantero centro.
En primer lugar, con sus movimientos. Morata asaltó la zaga francesa con diagonales y giros a la espalda de los centrales que le permitió asaltar los espacios con mayor facilidad y rematar en un puñado de ocasiones con ventaja con respecto a sus rivales.
En este punto, el del remate, también anduvo más fino que Benzema. Mientras que el francés estuvo lento y apagado, sin chispa, vaya, Morata no ejerció como tal y supo enganchar un par de tiros que el arquero local despejó sin problemas.
Siendo todo esto importante, Morata también supo dar juego al resto de sus compañeros, creándoles espacios y descargando hacia los costados y el centro cuando los futbolistas merengues lo usaron como pivote de referencia en ataque en jugadas combinadas.
Para colmo, el reciente campeón de Europa Sub21 marcó su golito. Cierto es que fue de penalti, pero no menos cierto es que lo lanzó con una solvencia que sorprende en un chaval tan joven como él. No se puso nervioso, pidió la pelota con responsabilidad (en el campo había especialistas como Modric o Di María que no tocaron la bola) y batió con facilidad al arquero.
Buenas noticias para él y un equipo que, de seguir Benzema con su bajón actual, podría necesitarlo antes de lo previsto y en la titularidad, no en el banquillo.