
Todas las miradas le apuntan. Todas las acusaciones le señalan. Gerardo, el 'Tata', Martino se ha convertido en el principal protagonista de la derrota que el pasado sábado hundió al Barça en Anoeta y provocó la mayor derrota blaugrana en Liga desde 2010, cuando el Hércules venció por 0-2 al equipo entonces dirigido por Guardiola.
Él mismo, Martino, se ocupó de dirigir los dedos hacia su persona. "Quizá mi planteamiento no fuera el adecuado", dijo en sala de prensa nada más acabar el partido.
Aficionados y medios de comunicación tomaron su gesto como una invitación al escarnio y hoy, casi 48 horas después, la cascada de comentarios dejando en entredicho el trabajo del argentino se repiten en mil y un foros distintos.
De hecho, desde Barcelona se asegura que la plantilla del Barça es la primera en dudar del entrenador. No confían en él y en sus cambios. No le gustan su forma de trabajo. Por eso en la Ciudad Condal hoy todos apuestan por la salida del técnico en junio.
Bien sea por que no quiera renovar o porque no le quieran renovar. Da igual, pero la continuidad del Tata es, a estas alturas de temporada, una gigantesca incógnita.
Sin embargo, más de una voz en el entorno del Barça apunta a otra dirección. Apunta a los jugadores como coautores del desastre de Anoeta. Porque Martino no estuvo acertado con su planteamiento frente a los txuri-urdin, pero tampoco lo estuvieron unos jugadores que no supieron ponerse a la altura de un partido vital. Estos son los otro cinco causantes de la crisis culé en San Sebastián:
1.- Leo Messi
Cierto. El argentino marcó. Messi fue en Anoeta el único hombre capaz de batir a Bravo. Lo hizo en una buena jugada culé en la que Busquets se llevó buena parte del mérito al dejar pasar entre sus piernas el esférico antes de que 'La Pulga' lo convirtiese en su tanto número 14 en lo que llevamos de Liga.
Sin embargo, y pese al gol, Messi no fue el que maravilló en Sevilla, apabulló al Rayo o sorprendió al City. No. Messi no fue el de antes y no fue, ni siquiera, el que volvió con ganas, pero sin fútbol, tras su lesión. Porque no es que a Leo no le salieran las cosas. Es que ni las intentó.
El 10 blaugrana se incrustó entre los mediocampistas de la Real y ahí trató de enganchar un par de galopadas o pases profundos infructosos tras los cuales, se escondió y dejó que fueran sus compañeros los trataran de reconducir el partido. No funcionó y Messi dio una de las peores imágenes que se le recuerdan en las últimas temporadas.
2.- Neymar Junior
El brasileño volvió a ser titular en un partido de Liga después de su lesión. Antes de San Sebastián, sólo había jugado ante el Rayo y el City desde el banquillo. Era, por lo tanto, un partido especial para él. La presencia de su padre en las gradas (viajó con su hijo en el avión del equipo) multiplicaba esta sensación.
De nada, sin embargo, le sirvieron estas motivaciones. Neymar estuvo más desaparecido si cabe que Messi. Sus galopadas desde la banda acababan siempre en balones perdidos o pases retrasados. El sistema de ayudas de la Real y la buena defensa de Zaldúa le secaron y él, carente de chispa y ritmo, hizo el resto. No fue la mejor noche para reaparecer.
3.- Gerard Piqué
El defensa central del Barça acumula un buen puñado de partidos perdido en medio de los problemas que ya de por sí arrastra la zaga blaugrana. Porque los culés ya han dejado sus vergüenzas al aire en partidos como el disputado en Sevilla o el que el Valencia el ganó en el Camp Nou, donde los balones aéreos fueron una pesadilla. Ante la Real sucedió lo mismo.
Cada balón colgado a la 'olla' dejaba en tensión a la parroquia catalana y en medio de ese caos, Piqué parecía un invitado de piedra. Incapaz de frenar la movilidad de Vela o Griezman, fue él quien se quedó descolgado en la jugada del 2-1, cuando Bartra salió a despejar una bola y su veterano compañero no supo achicar espacios. Invalidó el fuera de juego y permitió que la jugada continuase para que Griezmann anotase el tanto local.
4.- Alex Song
Desde que llegó a Barcelona por 25 millones de euros procedente del Arsenal, más de un jugador culé ha deslizado en pasillos y zonas mixtas que el camerunés no da la talla para jugar en el Barça.
Tito Vilanova trató de sacarle partido como defensa central y falló. Cuando lo probó por Busquets, también falló. Este año, el Tata Martino quiso cambiarle el rol y ponerle de interior. Tampoco funcionó. Quizá por eso trató de reinventar su puesto para que ejerciera de pivote con Busquets al lado. No salió bien. Y no sólo eso.
En realidad fue el origen del desastre. Su tanto en propia puerta en la defensa de un córner hizo temer lo peor. Luego, con la pelota en los pies, no consiguió dar ritmo a la creación de fútbol blaugrana. Fàbregas lo sustituyó en el segundo tiempo. Jugó sólo 60 minutos. Suficientes para demostrar que, visto lo visto, Song no es jugador para este Barça.
5.- Martín Montoya
Fue uno de los cambios tácticos del Tata. El argentino quiso dar al canterano una nueva oportunidad y salió en lugar de Alves. Montoya, sin embargo, naufragó igual que naufragó todo el equipo con el agravante de que en su caso acumula ya dos temporadas como eterna promesa a ser el futuro lateral del Barça.
Un rol que no termina de creerse y que va camino de poner en peligro su renovación con el club. Montoya termina contrato el 30 de junio, aunque viendo actuaciones como la del sábado, quizá haga planteárselo dos veces al Barça.