Fútbol

El Atlético pasa a octavos como primero con la complicidad de la Juventus

Koke y Pirlo van a por un balón dividido. Imagen: Reuters.

Como si visitara el estadio del campeón de Italia una vez por semana. Así se mostró el Atlético en su visita a la Juventus, logrando un empate a cero que le da el liderato de grupo tras un inicio de Champions caótico en un duelo en el que se luchó la más mínima porción de césped hasta el minuto 80. El equipo del Cholo ha dejado de estar en pruebas para consolidarse tanto en Liga como en Europa con resultados muy positivos.

Y es que los rojiblancos (de nuevo de amarillo) se comportaron de acuerdo al guión de un partido de la temporada pasada. Pertrechados atrás, sin fisuras, respondiendo al empuje de la Juventus con agresividad en defensa y con una pareja de centrales estratosférica. Lo de Godín ya era conocido por todos, pero lo de Giménez tampoco debe sorprender ya a nadie. Hay central para muchos, muchos años.

El Atleti fue el primero que avisó, con un disparo de Koke en el primer minuto. Un rechace le llegó a la izquierda, y solo la actuación de Buffon evitó el gol. Casi sin tiempo para pestañear, la Juve respondió con una internada de Pogba que solo la acumulación de varios defensas paró. Al francés no hay que ponerle una marca, sino un ejército.

A partir de ahí, la guerra. Con el espectacular rugido de los aficionados del Juventus Stadium de fondo, se produjo el segundo capítulo del enfrentamiento en el Calderón, solo apto para mayores de edad con los tobillos fuertes. Protestas, faltas y parones se hicieron paso cortando el talento de los jugones que había en el césped (mención especial a Arda, que cumplió 150 partidos como rojiblanco).

La Juve, por empuje y necesidad, fue volcando poco a poco el campo hacia la meta de Moyá, pero ni Llorente de cabeza ni Pogba y Pirlo en un tiro taponado por Godín y otro que se fue cerca de la escuadra cambiaron el paisaje. Dos disparos de Mandzukic y Mario fueron parados por Buffon, y así se llegó al descanso. Cero goles, múltiples rasguños.

De los vestuarios salió una Juventus más agresiva, y esta vez sí, el Atlético lo notó. No fueron ocasiones claras, pero sí un acercamiento constante. En estos minutos más difíciles se erigieron Godín y Giménez con incontables despejes por arriba. A esto hubo que sumar los disparos desde fuera del área de Vidal y Pogba. En el 60', el galo estuvo a punto de meter a Moyá dentro de la portería, al más puro estilo Mark Lenders.

Arda, el hombre tranquilo, pecó de confiado y pudo dejar el gol en bandeja a Vidal, pero se durmió al coger el rechace. Y, con el paso de los minutos, el vendaval dejó paso a una leve lluvia, y después salió el arco iris.

Como en el partido en Madrid, la Juve quiso pero no pudo. No encontró la manera de destruir el muro del Atlético. Lo único que cambió en Turín fue que los del Cholo no necesitaban marcar. En toda la segunda parte, solo un lanzamiento de esquina que se envenenó fue la aportación rojiblanca en ataque. Le bastó. Y a la Juventus, con la sombra de que un gol rival le dejaba fuera (Olympiacos ganó en Atenas), también.

El resto del partido mostró a dos equipos satisfechos con el resultado y sin intención de arriesgar lo más mínimo. Los cánticos de la afición italiana a partir del minuto 85 viendo que Atleti y Juve habían firmado el armisticio, confirmaban las sensaciones de que el encuentro había terminado. Simeone. Tanta prisa tenían por acabar Simeone y Allegri que no hicieron ni cambios y el árbitro solo descontó un minuto.

El inesperado y plácido final llegó con una sonrisa de complicidad por parte de los dos equipos. La Juventus, olvidando la eliminación de la fase de grupos el año pasado; el Atlético, completando una serie casi perfecta de cinco partidos con cuatro victorias, un empate, doce goles a favor y ninguno en contra. Los de Simeone siguen en su bombo: el de los grandes de Europa.

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