La comida entre las directivas previa al clásico Barça-Real Madrid (que ganó el Barça por 2-1) estuvo marcada por la tensión entre Josep María Bartomeu, presidente culé, y Florentino Pérez, presidente del Real Madrid. El propio Bartomeu así lo reconoció en declaraciones a 8TV antes del encuentro.
Según Bartomeu, el motivo principal de esta tensión fue la negativa del Real Madrid a que su estadio, el Santiago Bernabéu, albergue la final de la Copa del Rey que disputará el Barça y el Atheltic de Bilbao.
Cuando la comida estaba cerca de concluir, Bartomeu se dirigió a Pérez y le cuestionó sobre esta opción recordándole que ambos clubes finalistas han dirigido una carta a la Federación Española de Fútbol (RFEF) en la que le piden a su presidente, Ángel María Villar, que la final tenga lugar en el estadio merengue.
La respuesta de Florentino Pérez, según Bartomeu, fue negativa. Fuentes cercanas al Barça afirman que el presidente del Real Madrid se negó alegando que "su gente" no le perdonaría que el partido se celebrase en su casa.
En el Paseo de la Castellana no se vería con buenos ojos la opción de que el eterno enemigo ganase un título en su campo. Bartomeu insistió en que era la opción más lógica y llegó a afirmar que la postura del Real Madrid no era solidaria, ante lo que Florentino Pérez insistió en que la decisión ya estaba tomada porque era lo que así lo habían manifestado sus socios en reacciones espontáneas durante los últimos partidos.
Pérez llegó a afirmar a Bartomeu que no realizaría un referéndum para cuestionar a sus aficionados sobre esta alternativa.
Las relaciones entre ambos equipos hace tiempo que se han venido degenerando, especialmente desde que el Barça ha acusado de forma velada al Real Madrid de estar detrás de los distintos procesos judiciales abiertos contra el club blanco por el caso Neymar.