Hace dos meses, Martin Odegaard se convertía en el segundo fichaje anunciado del Real Madrid, después de Marcos Asensio y un día antes de Lucas Silva. El noruego generó una gran expectación por su potencial talento, pero se fue al Real Madrid Castilla. Y en el filial blanco hay voces discordantes con la situación que vive el joven futbolista de 16 años.
Cuenta As que el noruego, pese a que llegó al club blanco como un motivo más de ilusión en la política de fichajes prometedores y de futuro, ha cambiado la estructura del equipo. Ha pasado de ser un acicate a un motivo de desequilibrio, tanto deportivo como económico. No se debe a la racha que sufre el filial con él. Es algo diferente.
Y es que el estatus de Odegaard es un tanto especial, pues tiene ficha con el Real Madrid Castilla, y bastante jugosa: 1,2 millones de euros. Esto ha generado descontento (el capitán Aguza ya protestó en Twitter por ello).
Hay que sumar que el noruego entrena cuatro días a la semana con el primer equipo y que ha de ir a la concentración de verano, privilegios que pocos tienen.
En lo deportivo también hay motivos de sospecha. Su llegada ha dejado fuera de las alineaciones a Medrán, jugador del centro del campo con el que Ancelotti llegó a contar en Copa del Rey y en Champions. Su irrupción ha trastocado la armonía de un conjunto que hace poco estaba líder del grupo II de Segunda B tras un inicio francamente negativo.