Leo Messi está en boca de toda la prensa deportiva internacional. Su exhibición ante el Bayern de Múnich y, sobre todo, su golazo para certificar el 2-0 contra los bávaros han provocado un tsunami de piropos que le colocan, de nuevo, el calificativo de mejor jugador de la historia.
El argentino vuelve a jugar como solía hacerlo antaño, esto es, a un nivel casi inalcanzable y con regularidad sostenida durante semanas y semanas. A día de hoy, es complicado encontrar un jugador tan en forma como 'La Pulga'.
Es decir, que a día de hoy, es el máximo candidato a ganar el Balón de Oro 2015. Su máximo rival, Cristiano Ronaldo, no ha comenzado como quisiera un año que está siendo más complicado que los anteriores, lo que frena, por ahora, su sueño de igualar los cuatro Balones de Oro del argentino e incluso superarle con un quinto galardón.
El brillo es blaugrana
Una diferencia que se deja sentir sobre todo en la influencia que tiene uno y otro en sus equipos y el modo en el que se desarrolla su juego. Messi lo es, a día de hoy, todo o casi todo de un equipo lanzado a por el triplete.
Por ejemplo, su exhibición ayer ante el Bayern fue vista por medio mundo y hoy medio mundo alaba su actuación. Algo que ya sucedió, por ejemplo, ante el Manchester City, eliminatoria en la que brilló con un recital, especialmente en el Camp Nou. Hasta el propio Guardiola se rindió a su exhibición como un abonado culé más.
Cristiano, por su parte, es más irregular y emerge fundamentalmente para ejercer de rematador y no de futbolista total, como hizo a principios de temporada. Además, sus actuaciones excelsas ante rivales de peso se limitan más que en el caso del argentino.
En Europa, por ejemplo, estuvo bien sin rozar el sobresaliente ante el Schalke o el Atlético de Madrid. En Liga también mantuvo un buen nivel contra el Barça, pero no llegó a ser un futbolista excelso como demostró en clásicos anteriores.
Quizá su última exhibición ante un conjunto muy complicado fue la que protagonizó el sábado pasado ante el Sevilla, cuando asaltó él solo el Sánchez Pizjuan con un buen hat-trick que mantiene vivo al equipo en Liga.
Números igualados
En el plano de los datos, la disputa entre uno y otro está igualada. Leo ha marcado en lo que llevamos de año 20 goles (6 de penalti) en 29 partidos (0,68 goles por choque). Messi sólo se ha quedado sin anotar en 10 de esos 29 choques y ha logrado 3 hat-tricks y 4 dobletes.
Cristiano Ronaldo, por su parte, ha hecho 22 goles (dos desde de penalti) en 25 partidos (0,88). En once de ellos el luso se quedó sin marcar. Ha sumado un 'repóquer' (ante el Granada), un hat-trick y dos dobletes. Cierto es que sin ese 'repóquer' ante el Granada, los guarismos del portugués se igualan, pero queda claro que la lucha de CR7 es siempre constante. Nadie le puede negar su capacidad de brega.