El FC Barcelona, salvo sorpresa, no incorporará cara nueva alguna en lo que queda de mercado de fichajes. Apenas faltan unas horas para que se acabe la opción de incorporar caras nuevas y aunque en la Ciudad Condal se especuló con alguna opción de incorporar un potencial sustituto de Pedro, todo apunta a que no habrá movimientos. Forma parte de su nueva estrategia. Una estrategia con la que el club espera poder dar alguna sorpresa en el mes de enero.
Será entonces cuando la sanción de la FIFA expire y el club pueda fichar sin restricción alguna. También será entonces cuando Arda Turan y Aleix Vidal puedan debutar oficialmente con la zamarra blaugrana, toda vez que ese castigo impedía que jugaran si quiera un amistoso. Ambos futbolistas se encuentran en el nacimiento de esta nueva estrategia.
Y es que, afirman desde el Camp Nou, fichar en agosto sin saber qué rendimiento darán estas dos incorporaciones es arriesgado. El club no quiere que haya overbooking de hombres de ataque (es el perfil que se está buscando) que puedan forzar suplencias incómodas.
Porque, a día de hoy, la MSN (Messi, Neymar, Suárez) es intocable y la presencia de Munir y Sandro, insisten, da cobertura suficiente a Luis Enrique para rotar o darles descanso cuando sea necesario.
Si llegado el mes de enero no hubiera lesiones o problemas de rendimiento, no parecería necesario, cuentan en la Ciudad Condal, ningún fichaje de corte atacante como Nolito. Aleix Vidal puede ocupar un lugar en los extremos y Arda también sabe ejercer de falso '9'. Es decir, se daría una saturación innecesaria.
A ello hay que unir el componente económico y el trasfondo 'político' que acompaña a toda política de fichajes. En el primer apartado, el Barça prefiere mostrarse cauto y no invertir fuertes cantidades de dinero después de haber realizado un notable esfuerzo el verano de 2014.
De hecho, una de las razones de la salida de Pedro es recaudar dinero para sufragar las llegadas de Arda y Aleix Vidal. Sumando lo que ha dejado el canario, además de Deulofeu y Adama, el resultado es casi el total del montante invertido en estos dos jugadores.
Además, el palco del Camp Nou insiste en no ver con muy buenos ojos una potente inversión en un hombre como Nolito, candidato número uno a potenciar la delantera.
El gaditano salió del Camp Nou en 2011 y lo hizo libre. El club se negó a renovarlo tras un buen año en el Barça B. No le veía hueco en la primera plantilla y por eso lo dejó marchar. Varios traspasos más tarde (pasó por Benfica, Granada y Celta) se ha revalorizado hasta ser ese proyecto de 'crack' que prometía en el Mini Estadi. Recuperarlo sería, en parte, admitir el error de dejarlo marchar y hacerlo, además, a coste de oro. Su cláusula es de 18 millones de euros.
A estos factores (evitar el overbooking, frenar los gastos y no acometer un fichaje 'sonrojante') hay que añadir que el club cree que en enero podrá realizar fichajes más acordes a las necesidades del momento que se vayan generando con el avance de la temporada.
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