El entrenador del Real Madrid Rafael Benítez ha callado un montón de bocas, sobre todo en los aficionados, en sus primeros partidos con el equipo blanco y ha mejorado el inicio liguero de entrenadores de la talla de Carlo Ancelotti y Jose Mourinho.
Pero lo que parece no haber conseguido Benítez es el beneplácito de sus propios jugadores y la directiva del Real Madrid, los cuales todavía no comparten sus métodos meticulosos.
Según apuntó hace unos días El Confidencial los jugadores ya están hartos de sus métodos duros, y esta disciplina dentro y fuera del campo parece no comulgar con sus jugadores, los cuales han llegado a decir (o eso dice su entorno) "esto parece un cuartel", "el trabajo se ha convertido en un coñazo infumable".
Además, desde la directiva creen que "el tacticismo de Benítez está matando" a unos jugadores que terminan las sesiones "con caras largas" y "esperando que no llegue el día siguiente".
Y es que a Benítez se le ve en los entrenamientos muy encima de sus pupilos y dando instrucciones cada dos por tres a unos jugadores que no ponen cara de simpatía al responderle.