No es no. La frase que acuñó Pedro Sánchez para rechazar la investidura de Mariano Rajoy es ahora propiedad de Gerard Piqué. El defensa del Barça insiste: dejará España cuando se juegue el Mundial de Rusia. Y eso que la Federación Española de Fútbol (RFEF) y sus compañeros se han movilizado para hacerle cambiar de opinión. Pero es imposible. No es no.
Cuenta el diario Marca que el catalán (ausente en esta concentración de 'La Roja' por lesión) recibe llamadas constantes, sobre todo, de su seleccionador. Julen Lopetegui habla con él porque lo considera una pieza clave de España. Por eso y porque quiere insistir como sea posible de que Piqué debe continuar con la selección una vez se acabe la cita mundialista. Pero la respuesta es siempre la misma.
Es igual que cuando Sergio Ramos llama a su compañero de combinado nacional. El capitán de España y del Real Madrid es uno de los jugadores que más ha intentado frenar la retirada de su compañero de zaga. También lo han intentado los directivos de la RFEF al igual que sus compañeros en el Barça.
La paciencia de Piqué, agotada hace tiempo, hace imposible que estas presiones surtan efecto. El jugador se siente vilipendiado por muchos aficionados de la selección y medios de comunicación y por ello no variará su postura.
Los que le conocen dicen que es dialogante, que entra en razones cuando se le dan buenos argumentos, pero también afirman que no suele cambiar de postura cuando está verdaderamente convencido de ello. Como en esta ocasión. Todo apunta a que, salvo sorpresa, el 'no' de Piqué se mantendrá hasta convertirse en realidad acabada la cita de Rusia 2016.