Álvaro Morata, delantero del Real Madrid, podría convertirse en la primera víctima de la sentencia del TAS por la que se reducía el castigo de la FIFA de dos a un sólo mercado de fichajes. Tras su paso por la Juventus, el canterano dijo sí a retornar al Bernabéu porque sentía que podría disputarle en igualdad de condiciones el puesto a Benzema y que, con el castigo de FIFA, gozaría de un tiempo mayor para prolongar esa pugna. La realidad, sin embargo, ha sido otra. Benzema sigue gozando de un mejor trato por parte de un Zidane que no ve con malos ojos la posible llegada de Aubameyang el verano que viene, ya sin el castigo en vigor.
Este panorama, cuenta hoy Il Corriere dello Sport, el periódico deportivo de Turín, ha hecho que Morata se piense su futuro y haya puesto de nuevo en Turín su punto de mira.
Citando fuentes cercanas al futbolista, el rotativo asegura que el jugador sabe que en el norte de Italia no habría sido un fijo, pero sí que habría tenido más peso en el proyecto de Allegri.
Además, su contacto frecuente con sus antiguos compañeros hace que la nostalgia aumente. Si a ello se le suma que su prometida es italiana y que Dybala podría dejar el Juventus Stadium rumbo al Bernabéu, la ecuación resultante genera un montón de dudas en la cabeza de un Morata que añora sentirse importante en un grande.
Cierto es que en Madrid ha repetido por activa y por pasiva que es feliz en el club de sus sueños, pero esas declaraciones fueron anteriores a que el TAS diera un vuelco al futuro inmediato de los merengues y de que el club haya empezado a trabajar en la llegada de posibles nuevos refuerzos galácticos que, quizá, le empujen definitivamente a marcharse de la capital.