La plantilla del FC Barcelona anda en pie de guerra contra su directiva. Los frentes son múltiples, pero el que más molestó al grupo fue la intervención, ayer por la mañana, del director general de los azulgrana, Óscar Grau, en la que se dejaba en el aire la renovación de Leo Messi.
Grau dijo que era capital que el jugador siguiese, que sería de estúpidos no renovarle, pero que había que apelar al sentido común en cuanto a las cifras que se debían ofrecer a su estrella por la limitación de no poder gastar más del 70% de sus ingresos en salarios.
La cita recuerda al episodio de 2013 en el que Javier Faus también calentó a la plantilla al decir que Messi había renovado recientemente y que no debía hacerlo de nuevo. El propio Messi se ocupó de contestar con dureza a Faus.
Esta vez ha tomado la palabra Luis Suárez, pero el mensaje que mandó ayer fue similar a lo expresado en su día Messi. "Lo que hay que hacer es renovarlo, no tener sentido común", replicó en clara referencia a las palabras de Grau.
Luego habló de los árbitros y protegió a Gerard Piqué tras sus 'rajadas'. "Geri dice lo que piensa, no como otros", comento. ¿A quién se refería?
La mayoría de informaciones que provienen desde la prensa deportiva de Barcelona apuntan a la directiva blaugrana. Y es que sus integrantes parecen sí criticar a los árbitros y hablar de 'manos negras' para favorecer al Madrid, pero sólo en privado. En público, silencio.
El domingo, en Villarreal, Jordi Mestre, vicepresidente del club, no abaló el discurso de Piqué y dejó en evidencia esa diferencia de posturas.
La plantilla del Barça se siente desprotegida en este sentido y de ahí que, en el avión de vuelta, y siempre liderados por Piqué, fueran varios pesos pesados los que apoyaron la idea de no acudir a la gala de la FIFA no tanto para dejar mal al organismo, sino para dejar en evidencia y poner en un brete a sus mandatarios.
Las distancias son palpables y aunque el propio vestuario se encuentra dividido sobre alguno de estos puntos, el sentimiento generalizado es de malestar con el palco del Camp Nou.