Mariano Díaz Mejía, delantero del Real Madrid, se ha declarado en rebeldía contra su propio club. O al menos contra los deseos que tiene la entidad de darle salida en el mercado invernal. El futbolista se ha negado a salir del Bernabéu rumbo al Alavés, club que ha insistido mucho en hacerse con sus servicios. El Liverpool también había llamado a su puerta. Ni los cantos de sirena de los 'reds' han podido con su deseo de continuar en Madrid pese a lo oscuro de su panorama futuro.
Y es que Mariano tendrá más difícil que nunca jugar ahora en el Real Madrid. La eliminación de los blancos a mano del Celta en la Copa del Rey reduce (y mucho) las opciones de este dominicano nacido en Barcelona de gozar de minutos.
En la competición del KO Zidane lo ha utilizado con relativa frecuencia. Ahora sin Copa, Benzema, Morata e incluso Cristiano Ronaldo (reconvertido a '9') le cierran el paso.
Pero a él le da igual. Y no es la primera vez. En verano, el jugador se negó a salir a equipos como Oporto, Villarreal o Leganés (club que llegó a un acuerdo, como el Alavés, para su llegada en calidad de cedido).
Entonces, con la sanción FIFA a punto de dictarse y sin saber que, como finalmente ha pasado, el TAS la reduciría en un sólo mercado, el club no vio con malos ojos la tozudez del ariete de continuar en el Bernabéu. Zidane sólo le pidió una condición: que no montase ningún lío, que asumiese su rol, fuese cual fuese.
Y Mariano, hasta ahora, ha cumplido. Ni una 'rajada' y sí minutos de calidad con un equipo al que se aferra. Aunque sea en contra de la voluntad de su propio club.