Paulo Dybala va a ser el nombre del mercado de fichajes. No del invernal que hoy se cierra (aquí puede consultar toda las novedades en directo), sino del estival que se abrirá el 1 de julio. El jugador de la Juventus de Turín ha anunciado a sus íntimos que dejará el club en verano. Su deseo es evidente: jugar en España. Y dos clubes lo quieren como objetivo prioritario: Real Madrid y FC Barcelona.
Informa la Cadena Cope que las relaciones entre el delantero y su entrenador, Massimiliano Allegri, se han deteriorado hasta un extremo que hace prácticamente irrecuperable la relación. No hay marcha atrás. Así al menos se lo habría deslizado el jugador a sus amistades.
Una imagen demostró que, efectivamente, no hay buen rollo entre ellos. Este domingo Dybala le retiró el saludo al preparador cuando, en el minuto 77, fue sustituido en el duelo ante el Sassuolo. El divorcio es casi una realidad y eso es una ocasión única para que Real Madrid y Barça se lancen a por una perla del mercado.
En el caso del Real Madrid, ya se llevan semanas barajando la posibilidad de que Zidane lo haya incluido entre sus preferencias para una delantera en la que nada garantiza la continuidad de Benzema (más discutido que nunca) y en la que Morata está descontento con su entrenador por sus pocos minutos. Este escenario es campo abonado para la llegada de este atacante de apenas 23 años.
También gusta en un Barça en el que parece más complicado que pueda tener hueco en la delantera, pero que busca un jugador que pueda entrar en las rotaciones sin problemas de adaptación, como ha sucedido con Paco Alcácer. El hecho de que Dybala admire a Messi puede convertirse en un incentivo para acercarle a la ciudad condal.
Ingredientes que vaticinan un verano movido en torno a un futbolista que apunta a ser la operación del verano en toda Europa. Y si nada cambia, se quedará en España.