El caso Eldense, el supuesto amaño del 12-0 entre el Barça B y el equipo alicantino, va camino de convertirse en un caso mucho más grave de lo que inicialmente parecía. Un tsunami de irregularidades en un caso turbio que mezcla más partidos amañados (hasta cinco) y una guerra soterrada entre mafias chinas e italianas después de un pacto sostenido entre ellas.
Según relató esta noche Ángel García, periodista de la Cadena Cope en El Partidazo, todo habría partido de un acuerdo entre una mafia italiana y los dueños del club, un fondo de inversión italiano. Su objetivo: amañar partidos y, mediante un segundo acuerdo con una mafia china, apostar en el mercado asiático de apuestas para sacar jugosos beneficios de esta práctica ilegal.
Este redactor aporta mensajes de Whatsapp entre futbolistas del Eldense (Nico Cháfer y Maiki, como principales actores) en los que unos intentan convencer a otros. Algunos entran al trapo. Otros no. El primer partido que se amaña es un Villarreal B-Eldense.
El resultado final del partido (4-0) cuadró perfectamente con las apuestas que había acordado todas las partes y reportó 60.000 euros a cada jugador y millones de euros a cada una de estas mafias.
El siguiente duelo amañado fue el Atlético Baleares 5-0 Eldense. También cuadraron las apuestas y volvió a generar grandes beneficios.
El problema es que en el tercer partido que se pactó amañar, el Cornellá - Eldense, la mafia china se saltó a la italiana y pactó con los futbolistas amañar el resultado sin la intermediación de los italianos para así ganar más dinero.
El problema es que los italianos se enteraron y a través del entrenador Capuani, un italiano puesto por ellos, no alinearon a los jugadores compinchados para evitar que se dieran los resultados acordados entre ellos, entre jugadores y chinos.
Mientras, los italianos hicieron otras apuestas pero tampoco salieron adelante. Todos perdieron dinero y comenzaron las amenazas. Los chinos amenazarno a Nico Cháfer. También Capuani discutió con Cháfer. Ese encuentro, afirma la Cope, contó con el beneplácito de los jugadores del Cornellá.
Para solucionar el entuerto, Cháfer y Capuani acordaron amañar el siguiente partido y recuperar el dinero perdido para todos.
El Eldense 0-1 Gavá sale con el resultado previsto, pero no con el orden previsto de goles. La apuesta decía que el gol del Gavá debía llegar después de la primera mitad. Fue antes del descanso. Otra vez perdieron dinero todos y las amenazas se multiplicaron. Ya había mucho dinero que se había quedado por el camino. Había que hacer una apuesta gorda en el siguiente duelo para conseguir enmendar tanto error junto.
Ahí llegó el Barça 12-0 Eldense. Los chinos y los italianos hicieron múltiples apuestas y todas, absolutamente todas se cumplieron. Cada jugador ganaba 150.000 euros. Pero lo escandaloso de este resultado y las denuncias de algunos jugadores no implicados destapó el complot y aceleró las investigaciones policiales que, afirman fuentes del caso, todavía deparará más sorpresas.
