El Real Madrid ya conoce cuales son sus posibles rivales para las semifinales de la Champions League. Juventus de Turín, Atlético de Madrid y Mónaco estarán el viernes en el bombo (así será el sorteo) que decidirá los cruces definitivos.
Sobre el papel podría pensarse que en el Bernabéu desean que sean estos últimos, los monegascos, su rival y que rechacen que atléticos o juventinos se midan a los de Zidane. La realidad es otra. En el Bernabéu desean jugar ante el Atlético y no quieren ver ni en pintura al Atlético de Madrid.
Cuenta la Cadena Cope que en el club desean jugar frente a su vecino porque no lo quieren ver en una tercera final. En 2014 y 2016 Real Madrid y Atlético de Madrid disputaron un título que, en ambas ocasiones, cayó del lado madrileño. En 2015 también se enfrentaron, pero en cuartos de final. También vencieron los merengues.
No quieren al Mónaco
En el lado opuesto, en el club no quieren jugar ante el Mónaco porque, aseveran, no se fían de su juventud y calidad.
Creen que el Mónaco está formado por jugadores repletos de ambición y con gran ímpetu físico que podría, por el estilo de juego del Real Madrid, suponer un problema por el despliegue defensivo y ofensivo que podrían realizar.
Además, añaden, es el típico equipo que causa sensación de relajación en afición y plantilla precisamente por considerarlo un rival jugoso, lo que podría provocar, precisamente, el efecto contrario, que lo hiciera más complejo.
A ello hay que sumar la superstición. En 2004, el Real Madrid de Queiroz perdió ante el propio Mónaco que lideraba Fernando Morientes tras ganar 4-2 en la ida. La vuelta terminó 3-0, ésa fue una herida dura que lastró al equipo en el resto de la temporada y también los años venideros.
