Las eliminatorias por el ascenso de Tercera división a Segunda B disputan este fin de semana sus partidos definitivos en los que se deciden los nueve equipos restantes que alcanzan la categoría de bronce del fútbol español.
Uno de los que más expectación generaron fue el de los neófitos madrileños del Unión Adarve del Barrio del Pilar contra el filial del Málaga, el Atlético Malagueño.
Los de la capital consiguieron en la ida una ventaja de 2-0. En la vuelta, el Malagueño se adelantó en la segunda parte, pero un controvertido penalti sirvió ya en la segunda parte para poner el 1-1 y dar medio ascenso al Unión Adarve, entre críticas de los locales por sus pérdidas de tiempo y su cuestionable actitud.
Sin embargo, el filial del Málaga tiró de casta y en la última media hora remontó lo que parecía imposible. Primero fue Kuki Zalazar (hijo del emblemático exjugador de Racing y Albacete) quien puso el 2-1 con una acción individual, el 3-1 llegaría después de penalti y ya en la recta final caería el cuarto tras un grave error del meta madrileño.
El filial del Málaga tenía entonces el ascenso en su mano, pero ya en el tiempo de descuento (en el cuarto de los siete minutos de añadido que el árbitro había indicado), un mal despeje de un defensa ante un tiro aparentemente inofensivo acabó con un autogol que volvía a dar la ventaja al Adarve.
Con este resultado, los madrileños consiguen su ansiado primer ascenso a la categoría de bronce del fútbol español, mientras que el Atlético Malagueño tendrá que permanecer una temporada más en Tercera.