Leo Messi ha renovado con el FC Barcelona hasta 2021 a razón de 44 millones de euros netos (unos 80 brutos) por temporada. Esta ampliación de contrato, si bien anhelada por parte de la directiva y la afición, tiene una cara B que pone en apuros a los blaugrana y dificulta la llegada de nuevos futbolistas.
Este aumento de sueldo supone incrementar la masa salarial de la plantilla en unos 35 millones de euros por temporada. Es la diferencia bruta entre la ficha que tenía Messi (25 millones netos, esto es, 45 brutos) y la actual.
A estas cifras hay que unir los también elevadísimos salarios que suman sus compañeros de delantera. Neymar y Suárez cobra aproximadamente 25 millones de euros netos que disparan el coste de la MSN hasta los 170 millones de euros brutos por curso.
Con semejante coste, el margen de acción del Barça se reduce mucho. Muchísimo. Y así seguirá siendo a menos que desde el Camp Nou se encuentre una fórmula para disparar los ingresos o reducir los costes, únicas vías con las que aumentar los márgenes que les permite tanto el 'fair-play' financiero como las normas de LaLiga.
El primer camino, el de los ingresos, está algo estancado. El segundo, el de las ventas, también. En las últimas semanas el Barça ha trabajado para colocar a alguno de sus jugadores, pero por ahora estas salidas parecen estancadas.
El caso más llamativo es el de Jeremy Mathieu. El Sporting de Portugal lo quiere, pero ha reclamado al Barça que esté a prueba tres semanas, tiempo tras el cual decidirá si lo ficha. No se fían de su estado físico. El Barça ha aceptado la petición.
Arda Turan también está en la rampa de salida, pero por ahora no hay equipo que dé el paso y que, sobre todo, se atreva a ofrecer los 40 millones de euros que exige el club. Rafinha y Digne, las otras bajas potenciales, continúan por ahora en plantilla con problema similar al del turco.
Entra tanto, los fichajes, no terminan de concretarse. El deseo de Verrati sigue estancado por las altas pretensiones del PSG. Ni la presión del jugador está permitiendo abrirle las puertas del Parque de los Príncipes. En la pugna por Ceballos parece que el Real Madrid está ganando la partida y Wenger sigue sin dar luz verde al adiós de Bellerín.