Álvaro Morata ya es nuevo jugador del Chelsea. Es lo que dicen los titulares de la prensa. Es de lo que informaron a última hora de la tarde (primera de la mañana en EEUU) tanto Real Madrid, como su nuevo equipo. Pero él, Morata, no se fía.
En un verano convulso, en el que primero lo tuvo atado con el Manchester United, luego con el Chelsea, luego con el Milan y después casi con nadie... hasta que apareció de nuevo el Chelsea. Un vaivén constante que le lleva a ser prudente hacia el extremo. A no dar por cerrada ninguna realidad hasta que no se consume al 100%.
Por ejemplo: Morata no da aún por sentado su fichaje por el propio Chelsea. Ayer, cuando dejó el hotel de concentración de los blancos en EEUU, habló con unos cuantos periodistas. "Hasta que no pase el reconocimiento médico...", empezó a hablar con ellos inyectando morfina a sus palabras, cuidando no hablar aún como futbolista del Chelsea hasta que no logre superar las pruebas y estampar su firma en el contrato.
La respuesta sorprendió a los redactores que le repreguntaron por el asunto e incluso le vacilaron. "Sonríe un poco anda", le dijeron después de verle todos estos días serio, casi apenado.
"No... hasta que no me vea con la camiseta del Chelsea, con el reconocimiento médico y todo...Esto da muchas vueltas. Ya lo he visto todo este verano... así que, hasta que no me vea allí, no puedo estar muy contento todavía", masculló el delantero sin hacer caso al consejo de los periodistas.
Y así, todavía con talante serio, dejó Los Ángeles rumbo a Londres para, en tierras europeas, pasar reconocimiento médico y firmar con su nuevo equipo. Para, en definitiva, quitarse por fin de enmedio todos los temores y poder decir a pulmón lleno que ya es nuevo jugador del Chelsea sin temor a equivocarse o a que el destino le juegue una nueva mala pasada.