
El público del José Rico Pérez ha dedicado una sonora pitada a Gerard Piqué en las ocasiones en las que el central ha tocado el balón en el partido de clasificación para el Mundial de Rusia que enfrenta a España ante Albania. Con el paso de los minutos, los aplausos han ganado espacio, pero en todo caso el ruido de los pitos ha imperado.
El plebiscito ha sido claro: un 'no' de la afición al del Barcelona, que ha estado en el centro del foco mediático durante toda la semana después de posicionarse en varias ocasiones a favor del referéndum catalán del 1 de octubre y de las críticas al Gobierno.
De hecho, el central tuvo que salir al paso con una rueda de prensa en la que aseguró sentirse orgulloso de pertenecer a la Selección y en la que dejó entrever que no era independentista. El precio a pagar ha sido una clara pitada inicial de la hinchada en Alicante.