El Real Madrid perdió ayer en Londres frente al Tottenham en un partido que complica su pase como primero de grupo, pero que no deja muy tocadas sus opciones de clasificarse para octavos de final. El vigente campeón sólo necesita un triunfo más en las dos jornadas que le restan en esta fase de grupos para colarse entre los 16 mejores equipos del viejo continente.
La culpa la tiene el Borussia Dortmund, que no ha podido vencer al Apoel de Nicosia en los dos enfrentamientos que les ha medido a los chipriotas y que, por tanto, ha facilitado el recorrido al Real Madrid.
Precisamente el Apoel será el próximo rival merengue en Champions. Jugarán en Chipre. La última jornada los blancos recibirán al Borussia en el Bernabéu. Dice la lógica que en uno u otro encuentro los blancos lograrán un triunfo y, por tanto, la clasificación.
Si el Madrid pinchase, ya dependería del Tottenham que juega en las próximas dos jornadas también frente a Borussia y Apoel, pero en un orden distinto: primero frente a los alemanes en Dortmund y luego en Londres contra los chipriotas. Ambos equipos están empatados a dos puntos. El Madrid suma siete.
También tiene el equipo de Zidane opciones de ser primero de grupo. No sería descabellado, aunque también es difícil. Para conseguirlo, el Real Madrid necesitaría ganar uno de los dos partidos que le quedan y que el Tottenham perdiese el otro. En el segundo de esos choques a los blancos les serviría que el Tottenham tuviera un peor resultado que el Madrid.
Rivales duros en octavos y sin factor campo a favor
Con todo este panorama, lo normal es que el Real Madrid acceda a octavos, pero que lo haga como segundo de grupo, lo que le haría medirse a un primero en esta fase y hacerlo, además, con el factor campo en contra. Ahora mismo, esos potenciales rivales podrían ser el Manchester United, el PSG, la Roma, el Liverpool, el Manchester City o el Besiktas.
