Iker Casillas fue ayer premiado con el Golden Foot, un galardón que reconoce la carrera y los méritos de futbolistas mayores de 29 años que siguen manteniendo en lo más alto su rendimiento. Ilustres como Baggio (primer ganador), Ronaldinho o Iniesta ya lo han vencido. Tras el acto, el ex capitán del Real Madrid o la selección española de fútbol, reconoció que, a sus 36 años, está más cerca que nunca de la retirada.
"El final de mi carrera está cada vez más próximo", comenzó a explicar ante de bromear con que seguirá jugando hasta que Buffon, su amigo, se retire. "Si Buffon llega a los 40, me voy a poner el desafío de retirarme al menos un año después de él. Para tener un año más de carrera", añadió en una entrevista realizada por la organización tras la gala de entrega del premio.
Sus palabras son llamativas por la situación que está atravesando en el presente, relegado a una suplencia constante en el Oporto por motivos que, su entrenador, aduce que son deportivos.
Sin embargo, desde la prensa lusa se ha afirmado que también podría tener orígenes extradeportivos e incluso económicos vinculados con el 'fair-play' financiero del Oporto.
Casillas ha jugado 822 partidos en su carrera profesional con sus clubes (Real Madrid y Oporto), además de los 167 disputados con la camiseta de la selección española. En total, 989 partidos en la élite que lo convierten en una leyenda del fútbol mundial.