El FC Barcelona fichó en el mercado invernal al colombiano Yerri Mina forzado por las circunstancias. Mascherano se iba al fútbol chino y Mina era la opción más rápida y sencilla después de que su incorporación estuviera ya pactada para el verano. El internacional, sin embargo, podría tener un paso fugaz en esta primera etapa en el Camp Nou. Podría convertirse en un fichaje de 'usar y tirar'.
Su pasaporte lo convierte más en un problema que en una solución para un equipo que ya tiene cubiertas las tres plazas de extracomunitario que permite LaLiga. Dos son para Paulinho y Coutinho, ambos intocables. La tercera es la que pertenece a Mina.
El Barça lleva desde hace semanas detrás del fichaje del brasleño Arthur, del Gremio de Portoalegre, que no puede jugar como comunitario. Si la dirección deportiva quiere atar su incorporación, deberá dar salida a alguno de los tres futbolistas antes mencionados. Obvio: el que más papeletas tiene es Mina.
En el diario As desvelan que existe la opción de que la despedida tome forma de cesión hasta que se desbloquee este problema administrativo, que podría resolverse en breve gracias a que Coutinho tiene pareja portuguesa.
Pasados tres años después del matrimonio, la legislación lusa fija que el cónyuge de una nacional puede reclamar la misma nacionalidad. El mediocampista brasileño está en ese supuesto. Los trámites, según Mundo Deportivo, ya han comenzado.
Pero el papeleo llevan tiempo y el Barça no puede permitirse el lujo de esperar. Por eso se baraja la cesión de Mina como una alternativa que, además, le permitiría adaptarse al fútbol europeo, aunque en paralelo genere otro inconveniente. El club debería fichar un central más en verano para cubrir su vacante.
