El Athletic Club juega la vuelta de dieciseisavos de final de Europa League ante el Spartak de Moscú. No es lo deportivo (la ida fue bien para los de Ziganda, con un 1-3) lo que más preocupa en la ciudad bilbaína, sino lo relacionado con la seguridad. Los ultras del equipo ruso, de extema derecha, empiezan a aterrizar por toda Euskadi y han provocado un despliegue policial histórico.
Según informa El País, serán un total de 800 agentes los destinados a asegurar la seguridad de hinchas y viandantes con la llegada de hasta 3.000 aficionados rusos (1.000 de ellos, sin entrada) en lo que se conoce como el mayor despliegue policial en la historia de la ciudad. Unas medidas sin precedentes que engloban a 500 ertzaintzas, 100 policías municipales y 200 miembros de la seguridad privada del Athletic.
El principal miedo a día de hoy es que los ultras sin entrada intenten pasar por la fuerza a San Mamés, algo que ya hicieron en Sevilla, hace unos meses en su partido de Champions. En esta competición, también tuvieron trifulcas en su visita a Maribor.
Para tratar de frenar esta posible oleada, la Ertzaintza se ha destacado en hoteles y aeropuertos con tal de vigilar su aterrizaje. También se ha pedido a los bares que no sirvan botellines o vasos de cristal, así como el cierre de las terrazas.
Horas después de su llegada a Euskadi, ya se han producido disturbios: en Vitoria se paró una agresión a un hincha del Alavés y en Bilbao también se avitó que ultras del Athletic agrediesen a aficionados rusos. Las fuerzas del orden trabajan para que el asunto no vaya a más.