Fútbol

¿Y si para el Real Madrid fuera peor la lesión de Neymar? Di María y su buen momento amenazan en Champions

  • Con el 'Fideo' el PSG apostará por un 4-4-2 que ya dominó en el Bernabéu
  • El argentino está en un gran momento de forma y combina mejor con sus compañeros
Di María celebra un gol con el PSG. Imagen: Reuters

Neymar Junior tiene casi imposible jugar contra el Real Madrid la vuelta de octavos de final de la Champions League. El delantero brasileño, tal y como informó ayerel PSG a través de un comunicado oficial, sufre una fisura en el 5º metatarsiano (además de un esguince) que complica su presencia en el partido del año. La noticia, por paradójico que pueda parecer, puede resultar positiva para los galos. Y todo por las consecuencias de usar a Di María en el once de los galos.

El 'Fideo', ex del Real Madrid, se postula, a bote pronto, como el más claro candidato a suplir al brasileño en el once de Unai Emery. Sobre el papel, no hay dudas: Neymar es mejor que Di María. Pero éste aporta unas virtudes al juego de su equipo que el PSG podría agradecer frente a los blancos. Se demostró en el duelo de ida.

El Real Madrid ejerció en el Bernabéu un dominio progresivo sobre su contrario. De menos a más, la bola fue poco a poco un objeto que solo manejaban los blancos. De aquí para allá, el PSG la perseguía sin robarla, roto por un 4-3-3 en el que sus tres delanteros (Neymar entre ellos) no ayudaban a cohesionar la medular. Los parisinos no la robaban y cuando lo hacían, no sabían retenerla.

Emery solventó el problema con un cambio polémico más por el quién suplió a Cavani que por el objeto del movimiento en su pizarra. Es más, con la entrada de Meunier (un defensa) por el uruguayo (un '9'), el PSG pasó a un 4-4-2, disparó su capitalización de la pelota y llegaron, así, las mejores ocasiones para llevarse el partido.

En Francia no aplaudieron el cambio porque todos esperaban que fuera Di María el encargado de salir. El argentino es capaz de jugar de extremo, pero su rendimiento de interior, pegado a la medular, también ha sido extraordinario. Su despliegue generoso en el centro aporta trabajo en el objetivo de tener el esférico, sin mermar virtudes a la defensa o ataque de sus equipos.

Para colmo, el argentino estaba (y aún está) en un gran momento de forma, lo que hacía más evidente que debería haber sido él y no Meunier el encargado de suplir a Cavani.

Ahora el de Rosario se ocupará de reemplazar a Neymar y el PSG jugará con un 4-4-2 (mutable a 4-3-3 en fases del partido) que dará dinamismo a esa idea capaz de arrebatarle el dominio del duelo a los blancos.

Sin el egoísmo de Neymar

Es cierto que Di María no desequilibra como Neymar, pero a cambio ofrece más asociación con el resto de sus compañeros, algo que se echó en cara al brasileño en el partido del Bernabéu.

Teniendo en cuenta que la relación entre Ney y las otras estrellas del PSG está agrietada (habría pedido incluso la venta de Mbappé), que Di María sea su sustituto puede permitir brillar más a otras piezas de un equipo que, recuerdan a modo de cautela en el Real Madrid, ya supo meterle un 4-0 al Barça el curso pasado sin Neymar... y sin Mbappé, que en este partido si jugará con el objetivo de coronarse como un candidato al trono de Cristiano y Messi al que también aspira su lesionado compañero.

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