El París Saint-Germain (PSG) vive pendiente del duelo que mañana jugarán los franceses frente al Real Madrid. La vuelta de los octavos de final de la Champions League supone un reto gigantesco para un equipo que, además, ha visto como su máxima estrella, Neymar, no puede estar por una grave lesión que hará perderse la temporada. En el vestuario del equipo galo, sin embargo, están convencidos de que sin Neymar todo irá mejor. Que será más fácil vencer al vigente campeón.
Cuenta hoy el diario El País que la plantilla del PSG no soporta al brasileño. Apenas hay algunas excepciones, como Alves o Thiago Silva, pero ni siquiera ellos mantienen un vínculo de cercanía con la estrella tan estrecho como se pueda imaginar. El resto vive en la distancia y ve en el '10' un elemento disruptor de todo: tanto de su rendimiento deportivo, como de su vida extradeportiva.
En el primer apartado porque Neymar tiene que jugarlo todo y porque el equipo, casi por orden de la directiva, tiene que jugar a lo que quiera un futbolista en ocasiones muy individualista que no cohesiona tanto el juego como otros futbolistas del cuadro parisino.
En el ámbito extradeportivo, porque Neymar tiene una serie de prebendas que molestan al vestuario. La directiva le concede todos los caprichos que quiere y entiende que el club lo privilegia en exceso hasta dejar claro que en el PSG está primero Neymar y luego, a años luz, el resto.
Ese desprecio es el que quieren usar para motivarse ante el Real Madrid. Demostrar que sin Neymar no sólo pueden clasificarse, sino que son mejores que todo un Real Madrid. El resultado de la ida, un 3-1, es complejo, pero no insuperable. Hay fe en que se puede dar la sorpresa y no sólo ganar al equipo de Zidane, sino también golearlo para acabar remontando una eliminatoria que en Madrid se puso cuesta arriba.
Con la duda de Mbappé (tocado de un tobillo), Di María parece que será el máximo candidato a suplir a Neymar en el once. El 'Fideo' tiene un doble anhelo de venganza. Por una parte, contra el brasileño y la inviolabilidad que lo ha relegado a ser un futbolista infrautilizado. En segundo lugar, contra el Real Madrid, que se negó a renovarle por la cantidad que el argentino reclamaba para fichar a un James que, en la capital, jamás dio el rendimiento que él logró.