Los ultras del PSG pusieron la nota negativa en el partido de vuelta de octavos de final de Champions que enfrentó a los galos contra el Real Madrid. El comportamiento de los radicales, que ya tuvieron que ser desalojados (con dos detenidos) de los aledaños del hotel de los blancos por la policía en la madrugada previa al choque, ha sido muy agresivo y ha llevado a la parada, durante dos minutos, del encuentro por parte de Felix Brych.
El colegiado, llegado el minuto tres de la segunda parte, paró el partido por la humareda que provenía del fondo de los radicales, que recibieron de vuelta a los futbolistas con una gran cantidad de bengalas que generó una espesa niebla.
El PSG se disponía a lanzar un saque de esquina en el fondo contrario, pero vista la humareda, Brych detuvo el partido. El capitán de los parisinos, Thiago Silva, se vio obligado a pedir a los suyos que dejasen de hacerlo. La interrupción fue de unos dos minutos.
Los ultras ya mostraron sus cartas en la previa del partido y a la salida de los jugadores con una lluvia de bengalas que proviocó una intensa humareda en su fondo y después en el resto del Parque de los Príncipes. Después, en el minuto de silencio en memoria de Davide Astori, varios integrantes del fondo lo interrumpieron con diversos gritos.