Nasser Al-Khelaïfi, presidente del París Saint-Germain (PSG), compareció ayer muy enfadado en zona mixta para tratar de ofrecer alguna explicación a lo que sucedió con su equipo frente al Real Madrid. La derrota contra los blancos (1-2) y su eliminación de la Champions League dejó muy enojado al mandatario qatarí de los galos.
"Estamos muy cabreados", acertó a decir mientras se tranquilizaba, mientras trataba de meter calma a sus palabras y no decir nada inadecuado que pudiera meterle en problemas ante su afición y la opinión pública francesa.
"¿Qué le ha decepcionado más?", le preguntaron. "La eliminación, la reacción de algunos jugadores", comenzó a decir. "No estamos contentos. Estamos muy cabreados con el resultado", continuó. "En el primer tiempo dominamos, solo fallamos ante el gol, eso es todo. Con un gol el partido habría cambiado. Pero la tarjeta roja de Verratti mató el partirdo. Vamos a trabajar más par dar todo por el club y nuestros seguidores", se excusó.
Sobre los posibles cambios en el banquillo (Emery está sentenciado para la temporada que viene), prefirió mostrarse cauto. "No es el momento [de hacer cambios]. Todos estamos muy molestos. Nos calmaremos para pensar qué cambiar. ¿Nuestras inversiones? Estamos contentos con nuestra inversión, creemos en nuestros jugadores. Queremos continuar con nuestro proyecto", afirmó antes de rendirse ante la capacidad del enemigo para vencer en duelos como éste.
"En la primera mitad fuimos mucho mejores que ellos, pero ellos tienen mucha más experiencia. Es el Real Madrid...", concluyó.