Gareth Bale, extremo galés del Real Madrid, está atravesando un proceso de creciente aislamiento con respeto al resto de sus compañeros. Su pasotismo es casi total. Todo lo que suceda en el equipo blanco le da igual. Absolutamente igual. Y todo es fruto de su pérdida de protagonismo. Zidane lo ha sentenciado, el galés ahora es suplente y eso le ha hecho tomar una actitud poco profesional que está encrespando los ánimos del conjunto merengue.
Lo cuenta el diario Marca. El rotativo relata hoy cómo Bale se ha convertido en lo más parecido a un invitado ajeno al vestuario merengue. En realidad, según esta información, Bale jamás entró al 100% en la dinámica del resto de sus compañeros. Lo poco que se integró en el grupo fue casi por puro interés.
Sintiéndose un titular casi indiscutible, el galés se veía en la obligación de hacer algo de grupo. Pero ahora que no juega, ahora que no goza de ese rol de futbolista top en el que se creía protegido, ha empezado a pasar de todo... y de todos.
Cuenta este periódico que Bale sigue teniendo en el móvil su mejor aliado. En cada concentración o viaje, tras cada entrenamiento o en la previa de estas sesiones, su smartphone es su mejor amigo. Eso lo desconecta del resto.
Cristiano Ronaldo es el único que parece querer arroparlo en una tarea de capitán que, además, mira por el grupo: aunque no juegue ya de inicio, Bale puede ser un hombre clave en lo que resta del campeonato, más en una competición como la Champions -la única factible para el club- en el que las genialidades individuales pueden decidir rondas e incluso títulos.
Eso, sin embargo, no evita que en el cambiador no guste su forma de ser. Tampoco le gusta a un Zidane que lo ha condenado a la suplencia constante ya no sólo porque cree que el equipo juegue mejor con otros sistemas, sino porque la forma como ha reaccionado a esas primeras suplencias (aislándose) ha convencido al francés de que el galés es un futbolista importante, sí, pero no intocable o clave como el propio Zidane se empeñaba en transmitir en cada comparecencia y entrevista.