Fútbol

El Bale bipolar demuestra con Gales su hartazgo en el Real Madrid

  • El jugador deja salir su euforia y alegría con los galeses
  • En el Real Madrid festeja los goles sin ganas, de forma rutinaria
El día y la noche. Bale muestra su felicidad en gales, frente a su versión apagada en el Madrid. Imagen: Reuters/EFE

Gareth Bale: una sola persona, pero dos personalidades distintas. Así es el galés ahora que su rol en el Real Madrid ha pasado a convertirlo en un secundario de lujo. En Concha Espina se comporta como un fantasma. Se ha desconectado del grupo. Pasa de todo y de todos. Pero en Gales, su selección, actúa de forma totalmente diferente. Allí sonríe. Es feliz. Se siente importante.

Ayer lo demostró después del hat-trick con el que se convirtió en el máximo goleador del combinado nacional que ahora entrena el mítico Ryan Giggs. Pese a que el rival era un equipo menor (China está lejos de los mejores del mundo), Bale estaba eufórico. Con el Real Madrid, pese a su suplencia, también hace goles. Cuando juega, suele lucir.

Pero en la capital sus festejos son más apagados. Insípidos. Casi rutinarios. Festeja como quien festeja un proceso del día a día. Es decir, sin ganas. Sin embargo, Ayer con con Gales, saltó, brincó y sonrió mucho. Luego compartió por redes sociales su felicidad por ser el máximo goleador de la historia de su combinado nacional.

No es la primera vez que a un futbolista del Real Madrid se le nota esta bipolaridad entre su club y su selección. Iker Casillas es el último ejemplo. El portero era infeliz en casa, pero con 'La Roja' parecía otro. Sus convocatorias internacionales parecían, casi, casi, un tratamiento terapéutico.

El final de aquella historia es de todos conocida. Iker se marchó del Real Madrid. Bale también parece que le imitará en esto último. Su salida del Bernabéu el verano que viene se da casi por descontada en el Paseo de la Castellana.

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