La presencia de Jeremy Mathieu y Fabio Coentrao aumentaba en un significativo porcentaje la posibilidad de chistes sobre errores defensivos, pero la realidad superó a la ficción: el Sporting de Portugal construyó un auténtico museo de los horrores en el Wanda Metropolitano. Una galería de fallos groseros que permitió al Atlético de Madrid, negado de cara al gol sin ayuda rival, ganar 2-0 y obtener una ventaja que debería ser decisiva para llegar a las semifinales de la Europa League. Eso, y tener al mejor portero del mundo: Jan Oblak.
En un partido en el que no debería haber tenido mucho trabajo, el esloveno salvó a los suyos con dos paradas de ciencia ficción. Si el Atlético puede permitirse un respiro a su viaje a Lisboa, ciudad de ingratísimo recuerdo, es porque tiene un tesoro bajo palos.
Ni el guionista más colchonero habría imaginado un inicio de partido como el que vivió el Atlético, que en menos de medio minuto ya mandaba en el marcador. Coates, que debe ser el único uruguayo con horchata en las venas, le regaló la pelota a Diego Costa en un pase sin sentido. El de Lagarto no se lo pensó dos veces y asistió a Koke, que definió sin problemas con la zurda.
Un cabezazo de Godín al segundo minuto, despejado con muchísimos apuros por Rui Patricio, hizo pensar en un descalabro absoluto de los lusos, pero no fue así. Tras dispararse en el pie, el Sporting guardó su revólver en la funda y se dedicó a controlar el balón y, poco a poco, recortarle metros al Atlético.
De la mano de Martins y Bryan Ruiz, además de un molesto Dost (un dolor de muelas para los centrales) los acercamientos fueron creciendo en intensidad. Primero un forcejeo con Savic, después un cabezazo del ariete y, por último, un relampagueo de Martins para colarse entre dos defensas y definir abajo, con mala uva...pero no la suficiente para Oblak, que descendió a velocidad de vértigo sus 189 centímetros para meter la mano izquierda y detener el balón.
Y el Sporting, que no sabía lo que hacer con el revólver tras desenfundarlo y no acertar con su objetivo, volvió a usarlo para autolesionarse. Mathieu se quedó en el limbo a la hora de despejar un balón y le dejó el área en bandeja a Griezmann, que resolvió para el 2-0 casi por educación. Él y Koke, y no solo por los goles, se unieron a Oblak como los tres mejores jugadores rojiblancos. La movilidad y chispa del centrocampista en la primera mitad, la providencia del meta...y el talento del '7', probablemente el mejor jugador que haya pasado por el Atlético de Madrid.
Cuando, justo antes del descanso, Jorge Jesus cambió a William Carvalho por Acuña y quiso volcarse sobre el Atlético de nuevo, el francés pasó a dominar el Metropolitano. Bajó a recibir, buscó siempre la mejor opción, incluso ayudó en tareas defensivas...y fue el principio de todas las jugadas locales. Con el balón en sus pies, el Sporting perdió el control del partido y ya lo hizo para siempre.
De que la eliminatoria no se fuese del todo decidida a Portugal tuvo mucha culpa Diego Costa, ofuscado. Coates contribuyó de manera desinteresada a que el '18' marcase fallando un control que le dejó solo (Rui Patricio adivinó sus intenciones de regate) y dejándose robar la pelota dentro del área en tan solo tres minutos (resolvió, demasiado escorado, estrellando la pelota en el portero), pero no era la noche del delantero. Paradójicamente, el sospechoso número uno, Fabio Coentrao, se fue del partido sin errores destacables, aunque pitado por el público por su pasado madridista y una entrada muy dura a Griezmann.
El fútbol, caprichoso, estuvo a punto de permitir que la ronda se fuese completamente abierta para la vuelta, pero Oblak dijo 'no' a un terrible trallazo de Bryan Ruiz. Habrá quien diga, incluso, que el inexplicable fallo de Montero a puerta vacía en el rechace se deba al embrujo del portero. No le vendrá mal al Atlético tener un talismán en Lisboa, ciudad a la que acude, desde 2014, con un cargamento de patas de conejo.
FICHA TÉCNICA (por EFE)
2 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Lucas; Correa (Gameiro, m. 53), Saúl, Gabi, Koke; Griezmann (Vitolo, m. 89); y Diego Costa (Thomas, m. 87).
0 - Sporting de Lisboa: Rui Patricio; Piccini, Coates, Mathieu, Fabio Coentrao (Ribeiro, m. 80); Battaglia, William Carvalho (Acuña, m. 45); Gelson Martins, Bruno Fernandes (Freddy Montero, m. 87), Bryan Ruiz; y Bas Dost.
Goles: 1-0, m. 1: Koke, a pase de Diego Costa. 2-0, m. 39: Griezmann se marcha en carrera y bate a Rui Patricio.
Árbitro: Sergei Kasarev (Rusia). Amonestó a los locales Saúl (m. 25) y Savic (m. 63) y a los visitantes Coentrao (m. 56), Piccini (m. 56) y Bas Dost (m. 73).
Incidencias: partido de ida de los cuartos de final de la Liga Europa disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante 53.301 espectadores.