El Real Madrid-Juventus acabó con una impresionante bronca en el césped de los jugadores del equipo italiano (eliminado en el último momento de los cuartos de final de la Champions por un polémico penalti pitado a Lucas Vázquez) que, después, se prorrogó ya en el túnel de vestuarios, donde el colegiado del encuentro, Michael Oliver, llegó a precisar protección policial.
Cuenta ABC que el trencilla necesitó que efectivos de la Policía Nacional despelgasen sus escudos frente a la puerta de su vestuario para que varios miembros de la Juventus no asalatsen las dependencias destinadas a Oliver y su equipo. Hubo insultos, amenazas y un conato de agresión física que obligó, incluso, a que Sergio Ramos, que estaba por ahí desde el tramo final del partido (y no ha sido sancionado por la UEFA), mediase para atemperar a los enfadados jugadores de la Juventus.
Gianluigi Buffon (expulsado por su airada reacción tras pitarse el penalti), Giorgio Chiellini (uno de los pesos pesados del club), Massimiliano Allegri (técnico), Pavel Nedved (vicepresidente) y Andrea Agnelli (presidente) fueron los más involucrados en esta explosión de ira que llegó a meter bastante miedo en el cuerpo al colegiado.
Con los dos jugadores se encargó de conversar Sergio Ramos para lograr, después de unos minutos, que las aguas volviesen a su cauce tras unos momentos de tensión máxima.