
El cuarto árbitro levantó la tablilla electrónica. En Butarque ya no llovía, así se pudo ver claramente marcado en verde el 25 de Fahad Al Muwallad. Un gesto simple. Un gesto histórico. La entrada del futbolista saudí del Levante en el minuto 79 del partido que midió a los suyos contra el Leganés es la primera intervención de un fichaje de su nacionalidad en el campeonato español.
Esta temporada otro saudí, el también granota Yacoub Aly Abeid, había debutado con el Levante frente al Atlético, pero su caso es diferente porque él provenía del filial valenciano. Fahad llegó de otra manera. Lo suyo fue cosa de LaLiga.
Él y otros dos jugadores saudís aterrizaron en enero en Primera División (hubo cuatro lo hicieron en Segunda) fruto de un pacto entre el organismo y las autoridades de aquel país. Le acompañaron Yahya El Shehri, que se incorporó al Leganés, y Salem Al Dawsari, que lo hizo en el Villarreal. Valladolid, Rayo, Sporting y Numancia fueron los conjuntos implicados en Segunda en el resto de incorporaciones promovidas por este pacto. Además, Leganés y Villarreal también incorporaron sendos saudís para sus filiales.
Los clubes que los acogieron no pagaron por sus cesiones -todo fueron préstamos-. Al contrario, recibieron jugosas cantidades de dinero por acogerlos en su seno. Las cifras jamás trascendieron oficialmente, pero fuentes cercanas a los clubes implicados apuntan a que rondaron los 2-3 millones de euros por futbolista dependiendo de la categoría. Un pastizal. Inyección líquida que no se cobró directamente por los fichajes, sino gracias a los patrocinadores que han atraído.
Imagen de la presentación del acuerdo con LaLiga
El principal, Yawwy, una empresa de telefonía saudí que esponsoriza a todos estos conjuntos de diferentes maneras. En el Levante, en la parte frontal de la camiseta. En el Villarreal, en la manga. El Leganés sólo lo luce en la sala de prensa y la publicidad estática.
Quizá porque los pepineros han sido el equipo en el que el fichaje de un saudí más revuelo ha generado. En contra de la opinión del entrenador y de la dirección deportiva, Yahya firmó ocupando la única ficha que quedaba libre. El club no pudo firmar el mediocentro que reclamaba Asier Garitano. Así que fruto de ese revuelo, su presentación no contó con representación institucional. Tampoco se le ha dado la visibilidad que, por ejemplo, sí han otorgado a sus saudís el Levante y el Villarreal.
Un acuerdo millonario para 10 minutos
Yahya, como Salem, no han tenido la suerte de Fahad. Ellos aún no han debutado en LaLiga. Ni siquiera han ido convocados. Lo normal es que no lo hagan.
En el caso del primero, de Yahya, porque ya ha abandonado la disciplina de su equipo, del Leganés. El mediapunta se marchó para incorporarse a la concentración de la selección saudí en Marbella, donde estos días están están preparando su incorporación en el Mundial de Rusia. Ayer jugó y marcó el segundo gol del 2-0 con el que Arabia tumbó a Algeria en el Caranza.
Yahya (Leganés) celebra el gol que marcó ayer. Imagen: EFE
Salem sigue en Villarreal, pero Calleja no tiene intención de llamarlo. El martes se quedó fuera de los citados para jugar frente al Barça.
Fahad es el que más opciones de repetir hazaña, pero la Federación Saudí está tratando que se incorpore al grupo como Yahya.
Resumiendo: en condiciones normales el bagaje total de este grupo de jugadores en su paso por España habrán sido los 10 minutos que jugó Fahad en Butarque ya con el marcador 0 a 3. Escaso margen al que sumar la preparación física intensa que se llevarán para la cita mundialista. Poco más. Y todo a un precio de oro: Una inversión de unos 6-9 millones de euros para las autoridades saudís. Casi a millón por minuto disputado...
La expansión de marca de LaLiga
Esta residual presencia en el campeonato no ha gustado a las autoridades saudís, que esperaban que sus chicos jugaran más. Pero sin ninguna obligación contractual, los entrenadores de los equipos españoles no les han dado los minutos deseados argumentando falta de preparación o calidad para un torneo tan exigente como la Primera División.
Entre tanto, en LaLiga estudian el resultado y la idoneidad de un movimiento que pretende, por encima de todas las cosas, extender la marca del campeonato por Arabia Saudí y su zona de influencia con lo que todo ello conlleva en forma de inyección económica y expansión de su notoriedad. El tiempo dirá si, visto lo visto el resultado, ha merecido la pena a todas las partes implicadas.