El conflicto que ha provocado el Deportivo de la Coruña permitiendo al Fabril, su filial, que juegue la fase de ascenso a Segunda División tendrá que dirimirse en los tribunales. Al menos inicialmente hasta que la Federación Española de Fútbol (RFEF) tome una postura al respecto.
Ayer el Fuenlabrada y el Rápido de Bouzas, equipos que comparten con el Fabril su participación en el Grupo I de Segunda B, presentaron ante el Juzgado de Primera Instancia nº3 de Majadahonda un recurso para que el juez paralizase cautelarmente y con carácter urgente la presencia de los gallegos en el sorteo del play-off de ascenso que se hará el próximo lunes.
Con el Deportivo ya descendido a Segunda División y sin riesgo de que haya un retorno a Primera por descensos administrativos, ambos clubes, Fuenla y Rápido, reclaman que el Fabril no pueda jugar este play-off.
Un conflicto enquistado
Estos dos clubes, junto a Navalcarnero y Majadahonda, los otros dos perjudicados por la presencia del Fabril en la lucha por estar entre los cuatro primeros, presentaron a principios de semana un escrito a LaLiga y la RFEF pidiendo su intervención.

LaLiga les informó de que, efectivamente, este año no habrá medidas disciplinarias como la que permitió al Eibar salvarse en los despachos en 2015, cuando el Elche bajó por impagos a Hacienda. Es decir, que el Depor no tiene opción alguna de repetir el caso del Eibar.
Con esta respuesta, la pelota pasó a estar sobre el tejado de la RFEF. Y ahí sigue. El organismo no ha dado respuesta en medio de su delicada situación institucional, con elecciones a la vista y sin nadie que quiera dar pasos al frente para tomar decisiones relevantes.
Vacío legal y precedentes
El reglamento de la propia RFEF permite a un filial participar en una fase de ascenso si su primer equipo está en la categoría a la que aspira ascender siempre y cuando ese primer equipo tenga también opciones de subir, pero éstas no estén resueltas para cuando el filial deba jugar ese play-off. Una mera cuestión temporal, vaya.
No es el caso del Fabril. El Depor es equipo de Segunda y el Fabril no tiene opción alguna de jugar también en Segunda.
Sin embargo, la norma no aclara bien qué hacer en un caso de este tipo, cuando el conflicto viene por el descenso del primer equipo.
La única jurisprudencia existente la han impuesto las reclamaciones que, a lo largo de los años, han hecho los conjuntos afectados por situaciones similares.
En el escrito presentado por Fuenlabrada y Rápido al juez figura el caso del Iruña en 2017. El filial en Tercera de Osasuna no pudo jugar la fase de ascenso a Segunda B porque en esa categoría ya estaba Osasuna B. Para ambos conjuntos el ejemplo es el mismo.
Así las cosas, con esta medida judicial, que incluso podría paralizar el sorteo entero, Fuela y Rápido esperan que la RFEF reaccione y tome postura a favor o no de la presencia del Fabril en la fase de ascenso.
El deseo de ambos conjuntos es que, tanto la imposición de la posible medida cautelar como el fallo de la RFEF se tome antes del domingo, cuando se juega en horario unificado la última jornada de toda la categoría.