Lo ha vuelto a hacer. El Real Madrid es el rey de Europa. Tres Champions League seguidas y cuatro en cinco años. Un equipo hecho para la historia que ha levantado su Decimotercera Copa de Europa gracias a los goles de Benzema y Bale, todos en una segunda parte de ensueño. Dos de ellos propiciados por los errores de bulto del portero alemán del Liverpool, Loris Karius.
El equipo blanco no empezó bien la final. Como se preveía, el equipo de Klopp ahogó al de Zidane a base de presión y una intensidad que hizo que el Madrid perdiera muchos balones. Hombres como Isco o Kroos nunca estuvieron cómodos ante los de Klopp, incansables durante gran parte del partido.
El Madrid sufría, aunque tampoco dejaba al Liverpool disparar a portería. En un ataque 'red' que terminó con un cañonazo de Arnold desde el vértice del área obligó a Keylor a hacer seguramente la parada del partido. Eran los peores minutos de un Real Madrid que sabía que tenía que aguantar el chaparrón ingles.
La lesión de Salah en el minuto 30 hizo respirar a los blancos. Klopp cambió de esquema y metió a Lallana para pasar de un 4-3-3 a un 4-4-2. Esto permitió a los de Zidane controlar el balón con más tranquilidad y calmar el juego, algo que no le vino bien al conjunto 'red'. También se lesionó Carvajal, que tuvo que dejar el césped del Olímpico de Kiev antes del descanso. Una lesión parecida a la de 2014, en la que también dejó la final en sustitución de Danilo. Esta vez fue Nacho, que cumplió con creces al desbaratar los ataques de un Mané que fue el mejor de su equipo.
En la segunda parte aparecieron los goles. Benzema, con una actitud muy parecida al gol regalado por Ulreich en la vuelta de semis, estiró la pierna para intentar cortar el saque de Karius, con la suerte de que el balón rebotó en su pie y se fue metiendo poco a poco dentro de la portería.
Los de Klopp siguieron insistiendo y encontraron la recompensa a la salida de un córner. El centro de Milner lo cabeceó Lovren, ganando la partida a Ramos, para que después Mané se adelantara a Marcelo y superar a un Keylor vencido.
Bale, el hombre de la final
Esta vez le tocó a Bale ser el hombre de la final. El galés entró en el minuto 60 por Isco y a los cuatro minutos marcó el que puede ser, con permiso de Cristiano, el gol de la Champions League. El galés remató de chilena un centro de Marcelo desde la izquierda para superar a un Karius que esta vez no pudo hacer otra cosa que mirar.
Bale estaba desatado y los espacios que dejaba el Liverpool eran propicios para alimentar sus contras. El plan le estaba saliendo redondo a Zidane con la entrada del galés para la segunda parte. En una jugada aislada llegó el tercero, la definitiva, en otro regalo del portero Karius, que fue a atrapar el balón, pero sus manos de mantequilla lo impidieron.
Y pudo ser más, ya que a poco del final Bale tuvo el tercero tras una cabalgada de las suyas, pero finalmente la defensa cortó la acción. Cristiano tuvo su gol, pero Bale ni le miró en su carrera hacia el gol. El Madrid siempre aspira a más y seguro que ya piensa en la final del 2019 que se disputará en el Wanda Metropolitano.