
Francia ha vuelto a hacer historia veinte años después. La selección de Deschamps, jugador y capitán en esa Francia campeona de 1998, ha conquistado de manera justa el Mundial de Rusia en una de las finales con más goles de la historia de los Mundiales.
Se esperaba otro guión al principio del partido, pero fue Croacia la que imprimió más intensidad y la que quiso llevar el ritmo del partido. Y así fue, pero su buen juego no se pudo traducir en goles, que es lo que sí hizo Francia en la primera mitad. En ningún momento dio la sensación de cansancio el equipo de Dalic tras tres prórrogas en octavos, cuartos y semis.
Los 'bleus' se encontraron en la primera parte con un gol en propia de Mandzukic (tras una falta inexistente de Brozovic sobre Griezmann) y un penalti dudoso de Perisic que transformó Griezmann al engañar a Subasic. Esto es de lo que se quejó Modric, mejor jugador de todo el torneo, al árbitro Pitana durante el descanso. Entre medias de los goles franceses llegó el empate de Perisic, seguramente el gol de la final tras una demostración de lucha de la selección croata.
Nos fuimos al descanso viendo a una Croacia superior y a una Francia tocada por la varita de los campeones. En la segunda mitad, los de Dalic siguieron con su plan: insistir, presionar y luchar por todos los balones. Era la única manera de mantenerse vivo en el partido. Rebic pudo empatar, pero su disparo lo despejó Lloris a córner.
A partir de ahí, Francia empezó a encontrar espacios, demasiados para lo que restaba de final, que no desaprovechó. Primero Pogba remató una contra con un disparo desde la frontal. El primer gol del jugador del United, que en este Mundial ha dado un golpe encima de la mesa en el aspecto defensivo. Ha crecido y mucho.
Francia sentenció el Mundial con un golazo de Mbappé tras una jugada escandalosa de Lucas Hernández, que por momentos parecía un Marcelo desbocado. Cuando todo parecía perdido, apareció Mandzukic para presionar a Lloris y forzar su error, de los pocos que ha tenido, y meterle pimienta a los minutos finales. Pero Francia, con Varane y Umtiti imperiales despejando todos los centros, no sufrió en exceso ante una Craocia exhausta físicamente.
Con este Mundial, Francia ya suma dos e iguala a selecciones de la talla de Argentina y Uruguay, y ya está por detrás de Italia (4), Alemania (4) y Brasil (5). En los últimos 20 años se puede decir que los 'bleus' han dominado el fútbol con dos Mundiales (1998, 2018), una Eurocopa (2000) y dos finales perdidas (Mundial 2006 y de Euro 2016).