El Real Madrid vuelve a la competición doméstica ganando y dejando la portería a cero, tal y como ya ocurriera en la anterior temporada ante el Deportivo de la Coruña en Riazor (0-3). Pese a que el resultado es bastante similar, las sensaciones son cuanto menos diferentes respecto a la propuesta de fútbol que ambos equipos ofrecen.
Empieza una nueva era en el Real Madrid y como todo comienzo presenta muchos cambios en cuanto a la última plantilla. Al menos en el estreno liguero de la anterior campaña, el equipo entonces dirigido por Zidane contó con mayor capacidad de remate a puerta: 16 tiros (ocho a puerta y otros ocho fuera), pero este demoledor registro es menos efectivo que el de Lopetegui. El conjunto blanco registró el pasado domingo ante el Getafe un total de 10 disparos (tres a portería y siete fuera), de los cuales dos acabaron dentro de la red.
No hay duda alguna de que la principal novedad se encuentra en el trato de balón. Si con Zidane el equipo merengue pocas veces superaba el 50% de posesión, con Lopetegui aún no ha bajado en ningún partido de un 59%, teniendo ante el Getafe un 78%. La insistencia de Julen en dominar el esférico parece no afectar a la hora de cortar jugada por medio de agresividad e intensidad (11 faltas del Madrid y 28 del Getafe). Unos números bastantes parejos a los que cosechaban los pupilos de Zidane con una media aproximada de 10 faltas por encuentro y menos de tres amarillas.
La idea de fútbol que propone Lopetegui parece ilusionar en el seno de la parroquia blanca, donde el toque rápido del esférico, sobre todo por el centro con Isco y Ceballos como directores de orquesta, es fundamental para tejer la jugada. Diferente tesitura se respiraba con Zizou. El entrenador galo fue variando constantemente los planteamientos hasta encontrar su punto álgido en los centros por las bandas con posterior remate, mayoritamente de Cristiano Ronaldo.
La reciente derrota ante el Atlético de Madrid en la Supercopa de Europa agitó el dilema sobre los escasos efectivos que tiene Lopetegui en el banquillo: Lucas Vázquez, Vinicius, Mayoral y Ceballos como más destacados. El gran grueso de los suplentes de Julen jugaban un papel secundario en el banquillo de Zidane, donde Gareth Bale estuvo presente en muchos partidos. Justamente, el galés se confirmó como el nuevo líder de la mano de una auténtica exhibición con gol incluido. Queda mucho tiempo para corroborar sensaciones, pero a día de hoy este Madrid de Lopetegui gusta más en juego que el de Zidane, habrá que ver si en títulos consigue superarle.