
El Real Madrid ha dejado escapar de nuevo una gran oportunidad al perder 1-0 ante el Alavés en otro encuentro en donde los de Lopetegui han vuelto a ofrecer una lamentable imagen ante un equipo que se acostará como colíder de LaLiga, tras el gol en el último suspiro de Manu García.
Este Madrid acumula ya cuatro partidos sin anotar (Sevilla, Atlético, CSKA y Alavés) y transmite una sensación muy mala con tan solo ocho partidos de LaLiga disputados hasta el momento. Hoy el equipo volvió a demostrar que tiene muy pocas ganas por revertir la situación.
Lo curioso es que el equipo blanco empezó el partido como un cohete y con mucha intensidad. Los de Lopetegui avasallaron el área del Alavés en los primeros minutos, pero no consiguieron marcar tras los avisos de Ceballos, Nacho y Benzema.
A los diez minutos, el partido se igualó y el Real Madrid no volvió a inquietar la portería de Pacheco en todo el encuentro salvo disparos lejanos sin peligro. Todos los jugadores la pedían al pie y sin ofrecer desmarques. Todos menos uno, Odriozola, que fue el mejor con diferencia del Madrid.
Tras el descanso, Lopetegui dio entrada a Mariano por un desacertado Benzema. El dominicano lo intentó, pero no generó prácticamente nada ante una defensa tan rocosa. Tuvo una, pero el balón se fue alto tras un salto acrobático.
El Madrid empezó a generar espacios en su defensa y poco a poco el Alavés fue ganando terreno. Primero avisó con un disparo cruzado de Jony y a la segunda fue la vencida. Un córner en el minuto 94 y pico lo cabeceó Manu García para hundir aún más a un Madrid que no transmite nada.