Leo Messi ha vuelto a demostrar que es el mejor jugador del mundo. El astro argentino, tras dos semanas renqueante por su lesión en el codo, 'mató' un derbi catalán que se presentaba como uno de los más igualados de los últimos años. En 25 minutos quedó finiquitado el partido.
Rubí, técnico perico, sorprendió con su alineación. La baja a última hora de Hermoso le trastocó los planes y tuvo que introducir a Duarte en el eje de la zaga. Víctor Sánchez, otro de los no habituales titulares, ocupó el puesto de Granero y Melendo hizo lo mismo con Sergio García.
Esto, sumado a un inicio vertiginoso del Barcelona, que olió el miedo que desprendía Marc Roca, el ancla del Espanyol que hoy no estuvo tan acertado. Los de Valverde recuperaron varias veces el balón en campo rival y esto dejó sin respuesta a los pericos, que no usaron bien la presión en la salida de balón de los culés.
En el minuto 17 llegó la primera maravilla de Messi, como no, de falta. El lanzamiento fue perfecto y se fue cerrando haciendo imposible la estirada de Diego López. Pero la jugada del partido estuvo en el segundo tanto. El '10' se fue de todo el que le salió al paso en la frontal, se cayó, se quedó con el balón, se dio la vuelta y asistió a Dembélé para que el francés cruzase a la perfección el balón con un genial disparo.
El argentino estaba de dulce y pudo marcar el tercero en un cabezazo que se estrelló en el palo ante un Diego López ya batido. Antes, asistió con un toque sutil a Suárez, que también mandó el balón en la madera. Era un baño y posiblemente los mejores cuarenta y cinco minutos del Barcelona en la temporada.
Antes del descanso llegó el tercero, obra de Suárez. El uruguayo dio un clínic de lo que tiene que ser un delantero y cuando recibió el balón dejó sentado a su par, David López, para después superar por debajo de las piernas al portero espanyolista.
Tras el descanso, el Barcelona bajó los brazos como es lógico y el Espanyol adelantó sus líneas. Los de Valverde pudieron marcar el cuarto en una contra, pero fue de nuevo Messi, con otra falta, el que sentenció por completo uno de los derbis más descafeinados que se recuerdan. Uno de los pocos retos que le quedan al argentino será igualar el 'hat-trick' de falta que consiguió en la década de los 90 el serbio Mihajlovic.
Con todo resuelto, el Espanyol marcó, pero el VAR lo anuló por fuera de juego de Duarte. Poco a destacar en el Espanyol. Si acaso Borja Iglesias, muy voluntarioso, pero al que se le vieron las carencias cuando tuvo pocos espacios.