Fútbol

El pulso Isco-Solari por la permanencia en el Real Madrid

  • Entrenador y jugador exponen posturas claras de enfrentamiento
  • La temporada 18/19, cerca de estar ya gastada para el malagueño
  • Solo un cambio a final de curso podría devolver al '22' a otra realidad
Solari, dando instrucciones a Isco antes del Real Madrid-Valencia. Foto: Getty.

El divorcio parece evidente. Isco Alarcón y Santiago Solari comparten ecosistema de trabajo, pero nada más allá de eso. El descontento del '22' con su situación desde que el entrenador se hiciese con las riendas del banquillo del Real Madrid y la negativa del argentino a dar al malagueño la importancia que le brindó Julen Lopetegui ha generado un pulso latente entre futbolista y técnico.

El golpe para Isco ha sido fuerte. Tras un Mundial en el que Fernando Hierro, heredero continuista de Julen Lopetegui, le dio todos los minutos hasta la eliminación ante Rusia, el de Arroyo de la Miel se convirtió en uno de los pilares del nuevo entrenador del Real Madrid. Con una importancia intermitente con Carlo Ancelotti y Zinedine Zidane, se veía alzado a lo que había estado opositando durante cinco años: hacerse un hueco en el once titular blanco. La alegría le duró poco al andaluz, ya que a finales de septiembre cayó víctima de una inoportuna apendicitis y en octubre fue abatido Lopetegui en los despachos tras una dolorosa manita del Barcelona en el Clásico. Ése fue el verdadero punto de inflexión.

Llegó Solari con la aparente (y después eliminada) etiqueta de interino, y desde el primer momento se encomendó a su libreta: un Madrid con extremos que trata de primar la solidez a los brochazos de arte. Una idea clara que sacrificó por encima de todo a un Isco de corte más pausado, menos intenso en el desempeño defensivo (donde futbolistas como Marcos Llorente o Fede Valverde han ido teniendo minutos) y con menos chispa arriba que otros compañeros como Lucas Vázquez, Vinicius e incluso Asensio.

La táctica de Solari fue implantada al pie de la letra por el entrenador, y las cifras empezaron a hablar por sí solas: un mes tardó Isco en jugar como titular, y fue ante el Melilla en Copa, una situación que hasta la fecha solo se ha repetido otra vez, contra el CSKA de Moscú en Champions, último duelo de una fase de grupos ya decidida. Actualmente, ya es el jugador número 15 en minutos y bajando.

La progresiva desaparición de Isco fue tensando la cuerda  con Solari bajo el runrún de que no solo importaba la táctica en las decisiones del argentino, sino también una creciente distancia en lo personal entre ambos. Aunque el entrenador se ha encargado de descartarlo, por parte del jugador se han dado diferentes situaciones que dejan entrever que la relación está rota. La filtración de un desencuentro en el vestuario de Ipurua en Eibar delante de todo el plantel y la polémica en Twitter del mediapunta, dando a 'me gusta' a un tuit que ironizaba con su suplencia ante el Leganés en Copa, así lo demuestran.

Precisamente, la decisión de Solari de no alinear al '22' en el once inicial en un partido en el que había bajas por lesión y por descanso, ha significado la última señal de una situación difícilmente reconducible. El entrenador ya ha dado suficientes muestras de que no confía en su jugador, dando preferencia a otros futbolistas incluso en partidos de entidad presumiblemente menor.

Con cinco meses completos de competición por jugarse, las posturas están claras. Por un lado, un Isco que, poco a poco, entra en la melancolía y aporta escasos argumentos futbolísticos para su remontada; por otro, un Solari leal a su concepción del equipo que no pasa, precisamente, por las botas del malagueño. Un pulso en el que el técnico, por su posición de jerarquía puede (y debe, si así lo cree conveniente) imponer sus ideales.

Una marcha del técnico (que tiene contrato hasta 2020) podría cambiar la vida de Isco en la entidad blanca. Un supuesto que parece complicado antes de mayo y que solo se daría si la situación deportiva se vuelve insoportable, una vez gastada la bala del cambio de entrenador con el despido de Lopetegui. En verano, el escenario podría ser diferente si el Real Madrid se lanza a la aventura de conseguir un sustituto de primerísimo nivel que reciba el encargo de revitalizar la nave madridista. Para evitarlo, Solari tendría que enderezar el rumbo deportivo de una entidad que sigue sin arrancar tras casi cinco meses de curso.

A Isco, si no hay un giro en los acontecimientos, solo le queda esperar hasta final de temporada para ver si se abren los nubarrones que tapan su estatus en el club al que llegó en 2013.

comentariosicon-menu1WhatsAppWhatsAppTwitterTwitterLinkedinlinkedinBeloudBeloud
FacebookTwitterlinkedin
arrow-comments

Comentarios 1

En esta noticia no se pueden realizar más comentarios

incierto
A Favor
En Contra

YA SE SABE, "ARGENTINO POR LO

QUE CREE QUE VALE vs.

ARGENTINO POR LO QUE VALE"

ASÍ ES SOLARI......PUAFFFFFFFFF

Puntuación 3
#1