El papa Benedicto XVI dijo hoy que es "una vergüenza" que una quinta parte de la humanidad pase hambre y pidió a los líderes mundiales que aseguren el suministro de alimentos y promuevan la solidaridad y la subsidiariedad con las regiones más pobres y débiles del planeta.
El Pontífice hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió a los participantes en la asamblea plenaria de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, a quienes recibió en el Vaticano.
En su discurso sobre los derechos humanos y la labor de la Iglesia en este campo, el Obispo de Roma dijo que más allá de las diferentes formas en que se formulen, "deben ser defendidos porque son inherentes a la propia naturaleza del hombre".
Benedicto XVI manifestó que la actual crisis económica y la globalización han puesto en evidencia un "flagrante" contraste entre la igualdad de atribución de los derechos y la desigualdad en el acceso para lograrlos.
Colaboración de todos los países
"Para los cristianos que piden a Dios que 'nos de el pan de cada día' es una vergonzosa tragedia que una quinta parte de la humanidad pasa hambre todavía. Asegurar un suministro adecuado de alimentos, así como la protección de recursos vitales como el agua y la energía, requiere la colaboración de todos los líderes internacionales", afirmó el Papa.
Agregó que es necesario promover la solidaridad y la subsidiariedad con las regiones más débiles y los pueblos del planeta, "como la estrategia eficaz para eliminar las desigualdades sociales entre los países y sociedades y aumentar la seguridad mundial".
En su discurso, el Papa volvió a denunciar el comunismo y el nazismo y dijo que fue tras "el gran sufrimiento causado por dos terribles guerras mundiales y los crímenes perpetrados por las ideologías totalitarias" cuando la sociedad se dotó de un nuevo sistema internacional basado en los derechos humanos.