Los conspiradores, y ya van más veces de lo que parece, van a tener razón. Al menos, ya están cerca. Sí, por lo que se sabe, y esta vez oficialmente: la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma que sus científicos investigarán la tesis de un experto australiano que afirma que el virus de la gripe A ha sido producto de un "error humano" en un laboratorio. Aunque la red insiste: ¿error humano?
Según Gregory Hartl, portavoz de la OMS, "hemos pedido a nuestros expertos que determinen si hay evidencias. Por ahora es demasiado pronto para decir algo al respecto". Sobra añadir, y eso no lo dice Hartl, que si se investiga es que la denuncia y los hechos suman más que un simple invento de la conspiranoia. Entre otras cosas, porque al virus no se le han encontrado antecedentes.
El experto australiano es Adrian Gibss. Y Gibbs, reputado investigador que participó, por ejemplo, en la investigación que formuló el antiviral Oseltamivir (Tamiflu), afirma que las características genéticas del virus AH1N1 hacen suponer que fue cultivado en huevos, un método utilizado en laboratorios. Todo es posible, ya lo sabemos. Gibbs achaca a un "error humano".
Puede que lo sea. O no. Aunque Gibbs esté solamente especulando, la OMS quiere comprobarlo. Lo que nos interesa es, en cualquier caso, que en el magma incandescente de las "teorías de la conspiración" surgidas a raíz de la pandemia, ya se apuntaba, desde el primer día, que el "cultivo en laboratorio" era la tesis más probable, aunque no tanto como consecuencia de un "error humano".
¿La génesis de "un arma bacteriógica"?
De ahí a que el H1N1 sea la génesis de "un arma bacteriológica" -que es otra versión acumulada estos días en las teorías conspiratorias- va un trecho. Aunque es otro científico, Wayne Madsen, quien ha llegado a la conclusión de que el H1N1 posee ciertos "vectores" de transmisión que sugieren que la nueva cepa de gripe ha sido genéticamente fabricados como armas militar de guerra biológica. Incluso hay quien la remonta a que fue ensayado en la base militar Dix de Nueva Jersey...
Ufff. Ya parece demasiado. Pero hay datos que van, al menos, cuadrando. El miércoles, la directora de investigación sobre vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Marie-Paule Kieny, admitió que todavía no había ningún laboratorio en disposición de fabricar la vacuna contra la gripe porcina. Una situación que espera que cambie a partir de la semana que viene, cuando la OMS se reúna con los mayores laboratorios (se calcula que hay una veintena con capacidad para producir el fármaco) para ponerse de acuerdo en la fabricación.
Otra cuestión a discutir es la cantidad de vacunas que habrá que producir. Cada año se fabrican entre 700 millones y 900 millones de tratamientos preventivos contra la gripe estacional, según cifras de la propia Kieny. El objetivo es aumentar esta cifra un 50% (hasta los 1.200 millones de dosis), de manera que se pueda atender a la vez la demanda de la gripe estacional y la del nuevo virus H1N1. ¿No había quién apuntaba a que en el eje de esta pandemia estaba la refinanciación de las farmacéuticas?