La rama magrebí de la red terrorista Al Qaeda ha amenazado con atacar a trabajadores chinos presentes en Africa del Norte para vengar a las víctimas de la minoría musulmana uigur que murieron durante la violencias étnicas de Xinjiang, según un periódico de Hong Kong.
Según el South China Morning Post, que cita un informe de la empresa de análisis de riesgo Stirling Assynt, con sede en Londres, Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), implantado en Argelia, llamó a que se llevaran a cabo represalias contra China.
Esta es la primera vez que la red de Osama Bin Laden amenaza directamente a China o a sus intereses, subraya el informe de Stirling Assynt que indica que esta voluntad de vengaza se está expandiendo a toda la nebulosa yihadista.
"Si bien AQMI es la primera red de Al Qaeda que anuncia oficialmente que tendrá como objetivo intereses chinos, otras deberían seguir" sus pasos, analizan los autores del informe, citados por el periódico de Hong Kong.
Cada vez más tensión
Centenares de miles de chinos trabajan en Medio Oriente y en Africa del Norte. Según cifras citadas en el informe serían unos 50.000 los chinos que trabajan en Argelia. "Hay cada vez más discusiones (...) entre los yihadistas en las que afirman querer atacar a China", agrega el informe. "Algunos individuos comenzaron a buscar activamente informaciones sobre los intereses chinos en el mundo musulmán que podrían ser utilizadas para definir objetivos", continúa el texto.
Según el periódico, Stirling Assynt fundamenta su análisis en informaciones divulgadas por personas que asistieron a sesiones de instrucción de AQMI. Las violencias étnicas entre hanes, etnia mayoritaria en China, y uigures, principal minoría de Xinjinag, desde el 5 de julio en Urumqi, capital de la región, dejaron al menos 184 muertos y unos 1.600 heridos, según un balance de las autoridades regionales.
China: "No es un conflicto religioso"
El Gobierno chino ha pedido por su parte a la comunidad musulmana mundial que comprenda las medidas tomadas en Urumqi y que "no entienda los disturbios como un conflicto de religiones", en respuesta a la llamada a una "guerra santa" contra China por parte de islamistas radicales.
"Si los países musulmanes y sus creyentes tienen una idea clara de los incidentes del 5 de julio, comprenderán las medidas que se tomaron", señaló hoy el portavoz de turno de Asuntos Exteriores, Qin Gang, quien sentenció que "la confrontación entre grupos étnicos o religiones no es buena para la paz y la estabilidad mundial".
Islamistas radicales en Indonesia, Irán o Turquía han llamado a la "guerra santa" contra China tras los sangrientos enfrentamientos entre chinos de la etnia han y uigures musulmanes que causaron, según las cifras oficiales, 184 muertos y más de 1.600 heridos.