Los suizos respaldaron el domingo por amplia mayoría (57,5%) un referéndum convocado por la derecha para prohibir la construcción de nuevos minaretes por considerar que las torres de las mezquitas son un símbolo del poder político del islam. Los sectores conservadores y cristianos lo consideran la primera señal tangible de la islamización del país de los cantones. A pesar de esto, este lunes se han sucedido las opiniones adversas a la votación de Suiza, un país con unos 400.000 musulmanes (la segunda religión del país) sobre una población de 7,5 millones y cuatro minarete en toda su región.
El Vaticano ha condenado este lunes el resultado del referéndum por considerarlo un ataque a la libertad religiosa. "Tenemos la misma línea de los obispos suizos", declaró monseñor Antonio Maria Sveglio, presidente del Pontificio Consejo para los Migrantes. "No veo cómo se puede impedir la libertad religiosa de una minoría o de un grupo de personas que quieren tener su propia iglesia", comentó Sveglio. "Se nota un sentimiento de aversión y miedo en muchas partes, pero un cristiano debe saber superar ello, aún si no es recíproco", dijo.
Para el ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, entre los líderes de la Liga Norte, formación conocida por su política en contra de los inmigrantes, "es siempre útil escuchar la voz del pueblo y no lo que piensa una elite más o menos iluminada", comentó desde Bruselas a propósito del resultado del referéndum.
El resultado del referéndum fue condenado también por la Relatora especial de la ONU para la libertad religiosa, quien manifestó su "profunda inquietud" por lo que considera "una discriminación evidente" contra miembros de la comunidad musulmana en Suiza.
La postura europea
Un portavoz de la Cancillería de Angela Merkel, ha pedido que la cuestión sea tenida "en cuenta seriamente". Sin embargo, el cristianodemócrata Wolfgang Bosbach, presidente de la comisión parlamentaria alemana de Interior, ha declarado que la decisión es el resulado del miedo de los europeos a una islamización de la sociedad.
Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, se ha declarado "un poco escandalizado" por la decisión de los suizos en contra de los minaretes. El jefe de la diplomacia gala considera que el resultado del referéndum es "una expresión de intolerancia". "Es negativa porque concierne a las inquietudes de Suiza que será vista como represora de una religión si no permite que se construyan minaretes en su país", ha declarado, el ministro francés de Exteriores a radio RTL. "Espero que los suizos recapaciten sobre esta decisión", ha añadido. "Es una expresión de intolerancia y yo detesto la intolerancia". Y considera que la construcción de minaretes en las mezquitas "no es una gran cosa. ¿Es una ofensa que en un país de montañas haya una construcción un poco más elevada?", se pregunta Kouchner.
Ante las preguntas sobre la prohibición del burka en Francia, el ministro asegura que no es lo mismo porque el burka "es un atentado contra los derechos de las mujeres, es una restricción de su libertad", así que la prohibición de esta vestimenta se considera para "proteger" a las mujeres.
En España, el ministro del Interior, ha mostrado su respeto hacia la decisión suiza, pero ha asegurado que habría votado en contra de la prohibición de los minaretes. El presidente de la Junta Islámica, Mansur Escudero, calificó este lunes de "atentado a la democracia y a las libertades" que se hayan prohibido los minaretes en Suiza después de que la mayoría de los ciudadanos helvéticos votara ayer a favor de esta opción en referéndum. En este sentido, ha asegurado que lo que se ha votado en Suiza es "una excepción a la libertad religiosa con respecto al Islam".