El cambio climático ya está teniendo graves consecuencias en sectores como la agricultura o el urbanismo, especialmente en regiones como América Latina, donde casi 80% de la población vive en ciudades, advirtieron los científicos en la conferencia de Cancún.
"La variabilidad climática y los eventos extremos han afectado grandemente a la región en los últimos años", recordó Eduardo Calvo Buendia, experto peruano del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), en momentos en que las fuertes lluvias golpeaban Venezuela, donde ya dejaron 25 muertos y más de 33.000 damnificados.
Según los trabajos de este grupo de expertos, formado por científicos de todo el mundo, "se espera durante el siglo XXI un aumento de temperaturas que podría, en nuestra región, en el mejor de los casos limitarse a 1º C e ir, según los escenarios, hasta los 6º C", lo que debería tener un muy fuerte impacto medioambiental, explicó.
Así, en la década de los 2020, se prevé que las dificultades en el abastecimiento de agua afecten a entre 7 y 77 millones de latinoamericanos más que actualmente, afirmó Calvo.
"Igualmente se puede esperar que a nivel de toda la región (...) encontráramos pérdidas en uno de nuestros cultivos más importantes como es el arroz", agregó.
En este mismo sentido, un informe presentado este miércoles en Cancún señaló que el aumento de precios de los alimentos registrado este año a nivel mundial podría ser sólo el primer capítulo de una disparada en las próximas décadas.
"El cambio climático provocará menores cosechas de arroz en todo el mundo en 2050", afirma el estudio presentado por el International Food Policy Research Institute (IFPRI). También "las cosechas de trigo caerán en todas las regiones, con mayores pérdidas en los países en desarrollo", agregó, previendo alzas de precios de hasta el 100% en 2050 respecto a 2010.
Para contribuir a mitigar estos efectos, América Latina y el Caribe tienen un fuerte potencial de reducción de emisiones de efecto invernadero, por ejemplo en sectores como la urbanización y la gestión de las ciudades, destacó por su parte el experto cubano del IPCC Ramón Pichs Madruga.
"El tema de la urbanización en América Latina es crucial, ya que estamos en la región más urbanizada del mundo en desarrollo, con casi el 80% de su población viviendo en ciudades", afirmó.
"A la hora de dar respuesta al problema del cambio climático es muy importante considerar los sectores que tienen más incidencia en el ámbito urbano, desde el transporte hasta el suministro de agua", agregó.
La mayor parte de las ciudades se encuentra situada en zonas costeras, señaló Calvo, subrayando la importancia de la gestión de las costas en la lucha contra el calentamiento global.
"En muchas regiones tropicales de America Latina, el mantenimiento de ecosistemas como los manglares es una medida de adaptación que permite prevenir eventos extremos relacionados con huracanes", afirmó.
Los manglares son terrenos tropicales cubiertos por las grandes mareas donde crecen árboles que viven en agua salada. Encierran una gran biodiversidad, permiten luchar contra la erosión y son un importante sumidero de CO2.
Pero, pese a su importancia medioambiental, se ven amenzados por el desarrollo urbanístico, vinculado a menudo al sector turístico.
Es precisamente lo que ocurre en esta localidad mexicana donde se reúnen hasta el 10 de diciembre negociadores del mundo entero en busca de un acuerdo climático.
"Más del 30% del manglar de Cancún se ha perdido" debido a la construcción de hoteles sobre la playa, lo que ha aumentado la vulnerabilidad a los huracanes y tormentas tropicales, denunció la organización ecologista Greenpeace.
Según previsiones citadas por Greenpeace, más de 15.000 km2 de zonas costeras mexicanas podrían verse amenazadas por la elevación del nivel del mar, afectando tanto a los ecosistemas como a la ganadería y la agricultura.
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