El Gobierno chino ha abierto la puerta a sus archivos nacionales secretos, aunque ha asegurado que mantendrá ocultos los documentos más polémicos como los que hacen referencia a la Revolución Cultural o la represión de las protestas de la plaza de Tiananmen para proteger "la privacidad y la reputación" de los implicados.
La Administración de Archivos Estatales, en un callejón subterráneo del centro de Pekín, guarda más de cien millones de páginas de documentos, incluidos el acuerdo de alto el fuego de la Guerra de Corea y cartas personales del líder chino Mao Zedong.
Sin embargo, más de la mitad de los documentos están considerados como secretos, incluidos los que se refieren a la violenta represión de las manifestaciones de la plaza de Tiananmen en 1989.
Documentos que permanecerán secretos
El jefe de este organismo, Yang Dongquan, explicó en una visita organizada por el Gobierno para la prensa que "según la ley (...) los documentos con interés en la Seguridad Nacional, Defensa y Asuntos Exteriores no serán desclasificados". Otras áreas vetadas serían los documentos de "diversas disputas, incluidos los de etnias, religión y propiedad", señaló.
"No importa si es de la Revolución Cultural, del Movimiento de Antiderechistas o del Gran Salto Adelante, si afecta a esas áreas que he mencionado, especialmente a la privacidad o reputación de un individuo, se retrasará su desclasificación", añadió.
Alrededor de 500.000 intelectuales liberales fueron depurados por todo el país en 1957 durante el Movimiento Antiderechista en un intento por acabar con la disidencia. El Gran Salto Adelante de 1958 fue un plan del Gobierno que intentó catapultar al país hacia un período de prosperidad, pero que acabó con una hambruna de tres años en la que murieron 30 millones de personas.
Durante el caos de la Revolución Cultural de 1966 a 1976, los menores se volvieron en contra de sus padres y los estudiantes atacaron a sus profesores en un intento por crear una sociedad comunista y leal al líder supremo Mao.
Sobre la violenta represión de la plaza de Tianamen, que fue calificada en su momento como complot "contrarrevolucionario", Yang explicó que actualmente existe un "período de espera". "Las normas señalan 30 años, al menos. Todavía puede retrasarse tras esos 30 años, si las autoridades de Archivos lo deciden", señaló y añadió que "existen las mismas normas en todos los países".
Sin embargo, ya han aparecido opiniones y declaraciones de antiguos líderes que fueron parte activa en la época. El año pasado, se publicaron en Hong Kong la memorias de Li Peng, el primer ministro chino en 1989. En 2009, también se publicaron en Hong Kong las memorias de Zhao Ziyang, que fue expulsado de la secretaría general del Partido Comunista con ayuda de Li por mostrarse demasiado blando con los manifestantes.